domingo, 27 de noviembre de 2011
La FDA aprueba aflibercept para el tratamiento de la Degeneración Macular Asociada a la Edad de tipo húmeda
Regeneron Pharmaceuticals, compañía colaboradora de Bayer HealthCare en Estados Unidos, ha recibido la aprobación por parte de la FDA de VEGF Trap-Eye para el tratamiento de los pacientes con la forma neovascular de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE húmeda), en una dosis recomendada de dos miligramos cada cuatro semanas, durante las primeras doce semanas, seguido de dos miligramos cada ocho semanas.
"La aprobación de VEGF Trap-Eye es una gran noticia para los pacientes estadounidenses que padecen DMAE húmeda", ha comentado Kemal Malik, miembro de Comité Ejecutivo de Bayer HealthCare. A lo que ha añadido: "Éste es un importante hito que alienta aún más nuestro compromiso de extender esta importante opción de tratamiento para pacientes con DMAE húmeda a nivel mundial".
La aprobación de la FDA está basada en los resultados de dos estudios clínicos fase III (VIEW 1 y VIEW2) que demuestran que una dosis de VEGF Trap-Eye cada ocho semanas, tras tres inyecciones iniciales cada cuatro semanas, mostró una gran eficacia: el mantenimiento de la agudeza visual (definido como la pérdida de menos de quince letras de visión en la escala de agudeza visual) a las 52 semanas de tratamiento. Los efectos adversos más comunes en los pacientes tratados con VEGF Trap-Eye fueron hemorragias conjuntivales, dolor ocular, cataratas, despredimiento del vítreo, miodesopsias o cuerpos flotantes, e incremento de la presión intraocular.
Además de esta indicación para el tratamiento de la DMAE, en la actualidad se están realizando varios estudios fase III con VEGF Trap-Eye para el tratamiento de la oclusión de la vena central de la retina, el edema macular diabético, y la neovascularización coroidea miópica.
Bayer HealthCare y Regeneron Pharmaceuticals colaboran en el desarrollo global de VEGF Trap-Eye. Bayer posee los derechos exclusivos de comercialización del fármaco fuera de los Estados Unidos, mientras que Regeneron lo comercializará en ese país. Bayer HealthCare ha enviado ya solicitudes de aprobación de VEGF Trap-Eye para el tratamiento de la DMAE húmeda en Europa, Japón, Australia, y otros países.
Publicado en: http://es.paperblog.com/la-fda-aprueba-aflibercept-para-el-tratamiento-de-la-degeneracion-macular-asociada-a-la-edad-de-tipo-humeda-775593/
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lunes, 21 de noviembre de 2011
La zeaxantina podría mejorar la función visual de los pacientes con DMAE
La zeaxantina podría mejorar la función visual de los pacientes con DMAE
Según un nuevo estudio realizado en EE. UU., la suplementación con zeaxantina, independientemente de la suplementación con luteína, podría mejorar la agudeza visual en pacientes ancianos con degeneración macular asociada a la edad.
En el ensayo aleatorizado controlado se asignó que 60 pacientes, hombres en su mayoría, de 74,9 años de edad media con degeneración macular asociada a la edad de leve a moderada recibieran, o bien 8 mg de zeaxantina, o 8 mg de zeaxantina más 9 mg de luteína, o 9 mg de luteína durante un año (1). A los 4, 8 y 12 meses después de comenzar el estudio se midieron la agudeza visual de alto y bajo contraste de los participantes, así como la recuperación tras deslumbramiento y la función de sensibilidad al contraste. Los resultados mostraron que los participantes que recibieron zeaxantina reconocían mejor los detalles (una media de mejora de 1,5 líneas u 8,5 letras en la tabla optométrica) y sus puntos ciegos desaparecieron. El grupo de la luteína obtuvo mejores resultados en cuanto a agudeza visual de bajo contraste, función de sensibilidad al contraste y recuperación tras deslumbramiento.
Los investigadores concluyeron que la zeaxantina tiene propiedades beneficiosas para la visión independientes de la luteína, entre ellas, la mejora de la agudeza visual de alto contraste, lo que concuerda con su posición en la fóvea. La luteína, al contrario, mostró mejores resultados en el incremento de la sensibilidad al contraste y de la recuperación tras deslumbramiento debido a su distribución retiniana más parafoveal. Cabrían pocas dudas de que, aumentando el pigmento macular mediante únicamente la suplementación con zeaxantina, se obtienen beneficios para la salud del ojo en los pacientes de DMAE más moderada a través de la mejora de la función visual.
La visión foveal, parafoveal y periférica actúan juntas para producir la percepción visual, pero cada una tiene diferentes características que desempeñan un determinado papel en lo que se refiere a visión y luminosidad. La fóvea es la parte central de la retina, también llamada mácula. En su parte central se encuentran los conos (fotorreceptores), aunque la fóvea contiene pocos conos pequeños (azules) y no contiene ningún bastón. La zona parafoveal es el área que rodea la fóvea. Esta zona de la retina contiene una mezcla de fotorreceptores en los que se encuentran los tres tipos de conos y bastones. La zona periférica se refiere al área de la retina fuera del área central. La periferia de la retina tiene una baja densidad de conos de los tres tipos y en ella existe un predominio de bastones.
1. Richer S. P. et al. Randomized, double-blind, placebo-controlled study of zeaxanthin and visual function in patients with atrophic age-related macular degeneration: The Zeaxanthin and Visual Function Study (ZVF). Optometry. 2011; 82(11):667–680.
Publicado en: http://www.nutri-facts.org/NOTICIAS.10+M58006eaf92c.0.html
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sábado, 12 de noviembre de 2011
Comer por los ojos
SERIE SOBRE NUTRICIÓN,
Atiborrarnos a zanahorias no nos va a reportar una vista de lince. Pero necesitamos zinc y vitaminas A, B, C y E para mantenerla sana. Casi el 70% de las patologías oculares se relacionan con problemas de nutrición
ELENA SEVILLANO
Los ojos de un gran miope de 40 años son los de alguien de 50; envejecen 10 veces más que los sanos a partir de 10 dioptrías, según establece el catedrático de Oftalmología Jorge Alió. Al igual que la piel -que es un excelente indicador indirecto de cómo se encuentran nuestros órganos visuales-, los ojos necesitan antioxidantes que ayuden a paliar o al menos a ralentizar este proceso de desgaste. "Sufren los mismos tipos de agresión", insiste el profesor.
La luz, los rayos ultravioleta y la nutrición son factores a los que los oculistas prestan cada vez mayor atención. La buena noticia es que el clima mediterráneo, abundante en horas de sol y rayos UVA, es muy beneficioso para la visión junto con una dieta rica en vitaminas, minerales y sustancias carotenoides y flavonoides, que protegen, barren y limpian los radicales libres. La mala noticia es el abandono a pasos agigantados de esa dieta mediterránea.
"Cuando nos quemamos la piel, nuestros ojos también pueden quedar afectados, irritados, secos, incluso con una lesión en la retina", tercia Francisco Arrieta, especialista de la unidad de nutrición y dietética del hospital Ramón y Cajal de Madrid y defensor de la alimentación como eje transversal en cualquier especialidad médica.
El mito de lazanahoria
Siguiendo el paralelismo, si la zanahoria es buena para potenciar la protección natural de la piel contra el sol, también lo es para la vista. Es más, quizá a usted de niño le dijeran que tomara mucha para tener ojos de lince. Exageraciones aparte, la cuestión es que se trata de una hortaliza rica en vitamina A (presente también en espinacas, tomates o melocotones), necesaria además para la visión nocturna, que suele ser mala en los miopes.
Recientemente se han comercializado lágrimas artificiales con suplemento de esta vitamina, que puede producir una mejoría en la blefaritis (inflamación crónica de los párpados), refiere Francisco José Muñoz Negrete, jefe del servicio de oftalmología de hospital madrileño.
"Cerca del 70% de las patologías oculares se relacionan con problemas de malnutrición", tanto por defecto como por exceso, sentencia el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), que apunta que "es necesario llevar una alimentación sana y equilibrada para mejorar la salud visual". ¿Alimentos recomendables? Aquellos que aportan vitamina A (ya lo hemos dicho) y B (cereales, frutos secos, verduras), C (cítricos o pimientos), E (espárragos, lechuga o guisantes), y zinc (apio, espárragos, hígado, patata). Las antocianidinas (cerezas, frambuesas, manzanas o ciruelas) "contribuyen a reparar las células nerviosas de la retina, aportando nutrientes al ojo": varios autores han encontrado que con su uso mejoran los síntomas de la astenopía o cansancio visual.
Ingerir con regularidad pescado azul puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir una degeneración macular asociada a la edad, según algunos estudios. "Los aceites grasos Omega 3 tienen efectos antiinflamatorios, mejoran la calidad de la película lagrimal y refuerzan los mecanismos antioxidantes del ojo; favorecen el metabolismo de los fotorreceptores de la retina y se convierten en vehículo de otras sustancias beneficiosas", enumera Alió. Muñoz Negrete suma "antioxidantes, incluyendo vitaminas C y E, carotenoides, luteína y zeaxantina" a la receta contra la degeneración macular. Y concede a los antioxidantes "cierto efecto protector contra las cataratas". Brócoli, cítricos y arándanos, "por su elevado contenido en flavonoides antocianósidos".
Encontramos otros antioxidantes naturales, como el chocolate negro, té verde, melatonina y vino tinto en dosis bajas, "cuya utilidad real en la prevención o mejoría de enfermedades oculares relacionadas con el aumento del metabolismo oxidativo no ha sido probada", aclara.
Lactanciay miopía
El jefe de oftalmología del Ramón y Cajal cuenta, como hecho curioso, que en Singapur, donde la incidencia de la miopía es muy alta, su prevalencia era un 7% menor en los niños que habían sido alimentados con leche materna. Lo que podría indicar que "el calcio y la vitamina D3" tendrían un papel, "aunque muy discreto", en esta reducción. Muñoz Negrete enfatiza que en la sociedad occidental, la alimentación habitual proporciona lo necesario para un normal metabolismo del ojo, a menos que medie una enfermedad (o el abuso de alcohol o tabaco, en algunos casos) que dificulte la absorción de vitaminas, causando una neuropatía óptica nutricional.
Ni la miopía (un problema físico interno del ojo que tiene que ver con el índice de refracción) se quita sin una intervención quirúrgica ni existen los alimentos milagrosos. Pero sí que hay remedios naturales y caseros útiles para calmar irritaciones o rebajar ojos hinchados. Como la eufrasia. O la manzanilla, cuya variedad amarga es "un potente oxidante con propiedades antiinflamatorias", según explica Alió. Por vía oral "no hace nada". Es para uso tópico: se debe hervir en agua y aplicar, sin guardar la infusión para sucesivos tratamientos porque "es fácilmente contaminable".
Obesidad y glaucoma
Un índice de masa corporal (IMC) más alto se relaciona con una mayor presión intraocular y con un mayor peligro de sufrir un glaucoma (primera causa de ceguera en el mundo y segunda en España), según ha constatado el grupo de investigadores de CIBERobn encabezados por el doctor Vicente Zanón Moreno. El equipo estudia la relación que existe entre esta grave patología visual y la alimentación, a través de la nutrigenómica, la ciencia que indaga en el efecto de la nutrición a nivel molecular y genético, y busca cómo tratar enfermedades relacionadas con el metabolismo gracias al diseño de dietas personalizadas.
Publicado en: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Comer/ojos/elpepusoc/20111110elpepusoc_8/Tes
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jueves, 10 de noviembre de 2011
Antioxidantes reducen el riesgo de DMAE temprana
Este estudio demuestra que el alto consumo de antioxidantes, zinc y ácidos grasos omega-3 pueden reducir el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad precoz en individuos con alto riesgo genético.
La degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) es la principal causa de ceguera en los países desarrollados, representando el 50% de la ceguera. Aproximadamente 2,5 millones de personas de edad avanzada se ven afectadas por la condición avanzada en Europa y 21 millones en todo el mundo. El resultado visual a corto plazo de la DMAE neovascular se ha mejorado mediante la toma de fármacos antiangiogénicos, sin embargo, el pronóstico a largo plazo sigue siendo deficiente. Para la atrofia geográfica, no hay opciones para mejorar la visión. Estos malos resultados visuales exigen intervenciones que se pueden aplicar antes del desarrollo de la enfermedad.
Oftalmólogos del Centro Médico Erasmus de Rotterdam, en Holanda, investigaron en un estudio de casos y controles si los nutrientes de la dieta pueden reducir el riesgo genético de la DMAE generada por las variantes genéticas CFH Y402H y LOC387715 A69S. En 2167 individuos (mayores de 55 años) se evaluó la ingesta alimentaria al inicio mediante un cuestionario semicuantitativo de frecuencia de alimentos y las variantes genéticas se determinaron mediante ensayo TaqMan. La incidencia se determinó mediante fotografías del fondo de ojo en 3 visitas de seguimiento (promedio de seguimiento, 8,6 años). Por último, se utilizó el índice de sinergia para evaluar la interacción entre los factores de riesgo biológicos, y los riesgos se calcularon para estimar el peligro de DMAE temprana según los ingesta de nutrientes y genotipos.
Quinientos diecisiete participantes desarrollaron DMAE precoz. Índices importantes de sinergias apoyaron la posibilidad de interacción biológica entre CFH Y402H y el zinc, β-caroteno, luteína/zeaxantina y el ácido eicosapentaenoico/docosahexaenoico (EPA/DHA) y entre LOC387715 A69S y zinc y EPA/DHA (todos P <0,05). Los homocigotos para CFH Y402H con mayor ingesta de zinc tenían menos riesgo de DMAE precoz: 2,25 a 1,27. El consumo de β-caroteno, luteína/zeaxantina y EPA/DHA redujo el riesgo de 2,54 a 1,47, de 2,63 a 1,72 y de 1,97 a 1,30, respectivamente. Los portadores de LOC387715 A69S con más consumo de zinc y de EPA/DHA disminuyeron el riesgo de 1,70 a 1,17 y 1,59 a 0,95, respectivamente (todas las tendencias P <0.05).
En conclusión, la alta ingesta diaria de nutrientes con propiedades antioxidantes reduce el riesgo de DMAE temprana en aquellos con alto peligro genético. Por lo tanto, los médicos deben proporcionar asesoramiento dietético a personas jóvenes y susceptibles para retrasar o prevenir las consecuencias discapacitantes de la enfermedad.
Arch Ophthalmol. 2011; 129(6):758-766
Publicado en: http://www.saval.cl/link.cgi/CienciayMedicina/ArticulosDestacados/21993?tpl=em_imprimir_evento.tpl
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