viernes, 28 de septiembre de 2012

Las células madre y los factores regenerativos del propio paciente ayudan a recuperar la visión perdida





26 de Septiembre 2012

El trasplante celular consigue regenerar una parte de la retina (los fotorreceptores) en animales. Si se consigue en humanos se podrá aplicar a la DMAE (degeneración macular asociada a la edad), la principal causa de ceguera en el mundo, que no tiene tratamiento con los procedimientos actuales

· Las nuevas técnicas de trasplante de cornea permiten sustituir la parte dañada de este tejido preservando las partes viables del propio paciente y reduciendo los rechazos

· Las células madre del propio paciente del entorno ocular, mesenquimales (grasa y las de la médula ósea) pueden ayudar regenerar la superficie corneal


Barcelona, 26 de septiembre de 2012. El trasplante de células madre permite regenerar la superficie de la córnea y ayudar así a recuperar visión con una menor necesidad de trasplantes corneales o mejorar su supervivencia, según los organizadores del 88 Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), que se celebra en Barcelona. El objetivo de los oftalmólogos es disponer de células madre alternativas a las que se obtiene de los nichos de la córnea, evitando así la dependencia de donaciones y brindando una alternativa cuando el paciente tiene una carencia de estas células en los dos ojos. Entre las soluciones que manejan figuran el trasplante de sólo una capa corneal, que ya realizan diversos centros internacionales y españoles; el trasplante de células madre cultivadas.

La córnea es la lente más potente del sistema ocular. Si pierde la transparencia por un traumatismo o por una enfermedad, se suele requerir un trasplante. España es líder mundial en donación de órganos. Sin embargo, la reducción de la siniestralidad en carretera y el envejecimiento de la población (una gran cantidad de organos y tejidos no puede ser transplantados) ha disminuido también el número de córneas disponibles. Para paliar su baja disponibilidad y con objeto de conservar la mayor parte del tejido del propio paciente, se están empezando a utilizar procedimientos como el trasplante parcial, empleado en uno de cada cinco casos. Sólo se trasplanta la parte de la córnea que esta lesionada, lo que reduce diez veces la posibilidad de rechazo (del 20% al 2%), según el doctor Luis Fernández-Vega, presidente de la SEO. "El trasplante es más seguro porque se mantiene la integridad de las barreras oculares el procedimiento es menos invasivo, y se precisan menos suturas. Además, se mejora la agudeza visual, la rehabilitación visual se acelera de años a meses y una sola córnea puede servir para dos pacientes", afirma.

El cultivo de células madre mesenquimales (de la médula ósea) para utilizarlas para intentar regenerar la superficie epitelial de la córnea es una opción que se investiga en varios centros a nivel mundial. En España, el Instituto de Biología y Genética Molecular de la Universidad de Valladolid (con la doctora Ana Sánchez) ha desarrollado el cultivo de estas celúlas y su aplicación en la clínica que requiere los niveles de seguridad que se aplican a la fabricación de medicamentos. A nivel ocular son implantadas en varios centros y ya se considera una "terapia avanzada consolidada". El Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de la Universidad de Valladolid con el patrocinio del Ministerio de Sanidad está realizando un proyecto de investigación, cuyos resultados se conocerán dentro de 18 meses. "Se trata de un ensayo clínico randomizado y doble ciego en el que se prueban estas células frente a las ya conocidas células madre de la superficie corneal o limbares, y que mostraron un éxito cercano al 80% en un estudio anterior", comenta la doctora Margarita Calonge, catedrática de Oftalmología de la Universidad de Valladolid e investigadora del IOBA. Este instituto universitario es uno de los centros en Europa que está investigando esta posibilidad en humanos

Regeneración la superficie ocular

Otra de las líneas de investigación más atractivas para regenerar tejidos oculares es la aplicación de factores de crecimiento que hacen que las propias células del paciente puedan regenerar el tejido dañado, expone el doctor José Luis Encinas, vicepresidente de la SEO. En este sentido se están haciendo ensayos con colirios de derivados sacarídicos que ya han tenido éxito en el tratamiento de alteraciones tróficas en la piel de los diabéticos, y el empleo de factores de crecimiento (PRGF) como el factor de crecimiento de nervio. Para ambos productos comienzan los ensayos clínicos en varios centros de España durante los próximos meses", explica el doctor Jesús Merayo, profesor titular de Oftalmología en la Universidad de Oviedo. En este campo de la medicina regenerativa, en la Fundación de Investigación Oftalmológica (FIO) se están realizando las investigaciones en cultivos celulares, modelos experimenales animales y en pacientes para la aplicación de plasma rico en factores de crecimiento del propio paciente para su aplicción oftalmológica. "Se trata de realizar una preparación tópica conjuntival que aproveche los factores de crecimiento que hay dentro de las plaquetas y que ayudan a curar las heridas para concentrarlos y aplicarlos directamente a la lesión ocular". En colaboración con la Empresa BTI de Vitoria y la Fundación Eduardo Anitua se está ayudando a industrializar este producto para que pueda llegar a todos los oftalmólogos y que se realice siempre en las mismas condiciones.

Los resultados a nivel de investigación básica muestran que "la aplicación del PRGF promueve más regeneración que formación de cicatrices y lo hemos comenzado a aplicar para la regeneración de la superficie ocular en la cirugía del segmento anterior, estudio recientemente aprobado por la Agencia del Medicamento y el comité ético y de investigación clínica del Principado de Asturias", indica. Con respecto a los trasplantes, la FIO (con el doctor Álvaro Meana) también "ha logado un sistema avanzado de procesamiento y cultivo de córneas que separa las tres capas y alarga cuatro veces más su vida entre la donación y el trasplante".

10 millones de personas son ciegas debido a enfermedades graves de la superficie ocular y la mayoría de los casos suceden en países desarrollados, según un estudio publicado en el último número de la revista Clinical Ophthalmology. Debido a la escasez de córneas, "el xenotrasplante de la córnea de cerdos modificados genéticamente podría ser una de las soluciones", destacan los autores. Otra opción es "el trasplante de células madre limbares procedentes de las biopsias tisulares para restaurar la transparencia de la córnea", que ya "ha mostrado su potencial en diversos estudios clínicos". También resalta cómo "la combinación de tecnología de células madre y la ingeniería de tejido biocompatible equivalente, aún en fase preclínica, ha mostrado como el tejido corneal sintético es capaz de guiar a las células estromales cultivadas de origen humano para convertirse en estroma, la capa más importante de la córnea".

La degeneración de la retina exterior, como ocurre en la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y las distrofias retinales adquiridas, son la principal causa de ceguera en el mundo. Según un estudio publicado en el último número de la revista Regenerative Medicine, a pesar del desarrollo de medicamentos en el tratamiento de la DMAE húmeda y de la terapia génica, "aún no hay cura para estas enfermedades una vez que se han perdido los fotorreceptores". Este daño podría ser reparado con el trasplante celular, según los autores, quienes resaltan que ya se ha conseguido trasplantar células madre procedentes de epitelio pigmental en animales, consiguiendo devolverles la visión. "La traslación de esta tecnología en humanos podría servir para tratar patologías del epitelio pigmental como la DMAE y la enfermedad de Stargardt."

Publicado en: http://www.medicina21.com/Notas_De_Prensa-V4555.html


domingo, 26 de agosto de 2012

Un producto químico restaura la visión en ratones ciegos






MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de científicos de la Universidad de California, en Berkeley, en colaboración con investigadores de la Universidad de Munich, y la Universidad de Washington, ha descubierto un producto químico que restaura temporalmente la visión en ratones ciegos. Ahora, los investigadores están desarrollando un compuesto mejorado que podría permitir que las personas con ceguera degenerativa recuperen la visión. El estudio ha sido publicado en la revista 'Neuron'.

Este nuevo enfoque podría ayudar a las personas con retinitis pigmentosa -una enfermedad genética, que es la forma hereditaria más común de ceguera- así como a los pacientes con degeneración macular relacionada con la edad -la causa más común de ceguera adquirida en el mundo desarrollado. En ambas enfermedades, las células sensibles a la luz de la retina -conos y bastones- mueren, dejando a los ojos sin fotorreceptores funcionales.

El nuevo químico, llamado AAQ, actúa haciendo que las restantes células 'ciegas' de la retina se vuelvan sensibles a la luz, según explica el investigador Richard Kramer, profesor de Biología Molecular y Celular en Berkeley. Según el experto, el AAQ es un 'fotointerruptor' que se une a los canales iónicos de proteínas en la superficie de las células de la retina: cuando es activado por la luz, AAQ altera el flujo de iones a través de los canales, y activa estas neuronas.

Debido a que el efecto desaparece con el tiempo, puede ofrecer una alternativa más segura que otros enfoques experimentales para la restauración de la vista, tales como terapias con células madre, o con genes que cambian de forma permanente la retina. Además, el nuevo químico es menos invasivo que la implantación de chips sensibles a la luz, en el ojo.

"La ventaja de este enfoque es que se trata de un producto químico simple, lo que significa que se puede cambiar su dosis, utilizar en combinación con otras terapias, o interrumpir el tratamiento si no se consiguen los resultados deseados", añade Kramer.
"Estamos ante un gran avance en el campo de la restauración de la visión", afirma el coautor Russell Van Gelder, oftalmólogo y director del Departamento de Oftalmología de la Universidad de Washington, en Seattle.

Los ratones ciegos en el experimento padecían mutaciones genéticas que provocaban que sus conos y bastones muriesen pocos meses después del nacimiento. Después de inyectar cantidades muy pequeñas de AAQ en los ojos de estos ratones, Kramer y sus colaboradores confirmaron que habían restaurado su sensibilidad a la luz, ya que las pupilas de los animales se contraían ante la luz brillante.

Van Gelder concluye que "el nuevo enfoque ofrece una esperanza real a los pacientes con degeneración de la retina. Todavía tenemos que demostrar que estos compuestos son seguros y funcionan en las personas, pero los resultados demuestran que esta clase de compuestos restaura sensibilidad a la luz en las retinas ciegas debido a una enfermedad genética".

Publicado en: http://www.europapress.es/salud/noticia-producto-quimico-restaura-vision-ratones-ciegos-20120726095604.html
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sábado, 18 de agosto de 2012

Identifican una nueva diana terapéutica para el tratamiento de la degeneración macular




Investigadores de la Universidad de Kentucky, dirigidos por el doctor Jayakrishna Ambati, han realizado un importante hallazgo sobre la degeneración macular, conocida como atrofia geográfica (AG) -una condición incurable que causa ceguera en millones de personas, debido a la muerte de las células epiteliales pigmentadas de la retina. El documento, titulado "La activación de ERK1/2 como diana terapéutica en la degeneración macular relacionada con la edad", ha sido publicado en 'PNAS'.

MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

Ambati, profesor de Fisiología, y profesor de Oftalmología y Ciencias Visuales en el Reino Unido, es un investigador líder en el campo de la degeneración macular. Una investigación anterior del laboratorio de Ambati, publicada en la revista 'Nature', ya había demostrado que en los ojos humanos con atrofia geográfica existe una deficiencia de la enzima DICER1, lo cual produce una acumulación de moléculas tóxicas Alu ARN, en el epitelio pigmentario de la retina.

Otro artículo anterior, publicado en la revista 'Cell', demostró que cuando estas moléculas se acumulan en el ojo, desencadenan la activación de un complejo inmune conocido como inflamosoma NLRP3. A su vez, esto conduce a la producción de una molécula conocida como IL-18, que causa la muerte de las células epiteliales pigmentadas de la retina, y la pérdida de visión por la activación de una proteína conocida como MyD88.

Ambati y sus colaboradores, en estas investigaciones anteriores, encontraron evidencia de que la actividad del inflamasoma, la molécula IL-18, y la proteína MyD88, se incrementa en los ojos de todas las personas con AG. Los investigadores mostraron entonces que el bloqueo de cualquiera de estos componentes podría prevenir la degeneración de la retina en modelos de enfermedades múltiples.
En el presente trabajo, los autores descubrieron que Alu ARN, la cual aumenta ante el déficit de DICER1, activa una familia de enzimas conocidas como quinasas reguladas por señal extracelular ERK 1/2. Las enzimas ERK1/2 aumentaron en el epitelio pigmentario retinal de los ojos humanos con AG, demostrando ser las principales mediadoras de la muerte de las células. Esta nueva investigación define también los mecanismos de muerte celular en humanos con AG, e identifica una nueva diana terapéutica para tratar la degeneración macular.

Publicado en: http://ecodiario.eleconomista.es/salud/noticias/4170717/08/12/identifican-una-nueva-diana-terapeutica-para-el-tratamiento-de-la-degeneracion-macular.html
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viernes, 17 de agosto de 2012

Relación entre cataratas y degeneración macular asociada con la edad




Análisis de asociaciones entre cataratas, cirugía de cataratas y degeneración macular asociada con la edad en un periodo de 20 años.

Dres. Barbara E.K. Klein, Kerri P. Howard, Kristine E. Lee, Sudha K. Iyengar, Theru A. Sivakumaran, Ronald Klein.


La degeneración macular asociada con la edad (DMAE) está aumentando su prevalencia al aumentar la expectativa de vida en todo el mundo. A pesar de que existen tratamientos efectivos para la DMAE neovascular, son caros y requieren la aplicación de inyecciones intravítreo con cierto costo y riesgos. Actualmente no existe un tratamiento eficaz para la DMAE atrófica.

Las cataratas son la patología oftalmológica más común en el mundo y es causa significativa de discapacidad visual y ceguera. La cirugía de catarata mejora la función visual con importante satisfacción con los resultados por parte de los pacientes.

Las cataratas por edad y la DMAE muchas veces suceden al mismo tiempo, ya que ambos problemas están relacionados con la edad avanzada. Ni el Proyecto sobre discapacidad visual, ni el Estudio de patologías oculares asociadas con la edad encontraron una asociación entre la cirugía de cataratas y la progresión de la DMAE. Las cataratas en línea de base estuvieron asociadas con incidencia de DMAE temprana en los datos de 10 años en el estudio BDES. Chakravarthy et al informaron un incremento del riesgo de DMAE asociado con cirugía de cataratas previa. Sin embargo, ni las cataratas, ni la cirugía de cataratas estuvo asociada con DMAE en ningún estadío en el Estudio de ojos de Beijing. Por lo tanto no existe un consenso al respecto. La finalidad del presente estudio fue dilucidar dicha relación en el contexto del Estudio de ojos Beaver Dam (BDES), un estudio en marcha, a largo plazo de las afecciones oculares asociadas con la edad, con un seguimiento de 20 años.

Pacientes y métodos:

En el examen de línea de base participaron personas entre 43 y 86 años, en 1988-1990. Los participantes tuvieron un seguimiento cada cinco años. El examen de seguimiento consistió en examen oftalmológico, fotografías de fondo de ojo, historia clínica, presión sanguínea, altura y peso. Cada vez se calcularon las variables de riesgo actualizadas e incidencia de DMAE inicial y tardía. Se estimó el cociente de probabilidades utilizando regresión logística y diversas ecuaciones.

Después de efectuar ajustes por edad y sexo, ni las cataratas ni la cirugía de cataratas estuvo asociada con aumento de la probabilidad de desarrollar DMAE temprana. El conciente de probabilidades no se vio seriamente afectado al ajustar por alto riesgo genético y otros posibles factores de riesgo. Sin embargo, la cirugía de cataratas estuvo asociada con la incidencia de DMAE tardía (cociente de probabilidad 1,93). Dicho cociente de probabilidad no se vio alterado al ajustar por alelos de alto riesgo (CFH Y402H, ARMS2) u otros factores de riesgo. El cociente de probabilidad de DMAE tardía fue mayor para las cirugías de cataratas realizadas cinco años antes o más y menor en las realizadas en menos de 5 años.

Se encontraron pruebas sólidas de que la cirugía de catarata está relacionada con una mayor probabilidad de incidencia de DMAE tardía. El efecto estuvo presente cuando se incluyeron todos los participantes en riesgo de desarrollar DMAE tardía al principio de un intervalo de cinco años. Sin embargo, observamos en el pasado que la mayor gravedad de la DMAE temprana al principio de un intervalo está asociada con mayor probabilidad de desarrollar DMAE tardía al final de dicho periodo. Sin embargo, esto indica que la cirugía de cataratas puede ser un factor de riesgo más importante en aquellos que ya tienen un riesgo relativamente elevado de DMAE tardía. Descubrimos que cuanto más tiempo pasaba desde la cirugía de cataratas, mayores eran las probabilidades de incidencia de DMAE tardía. No obstante, cuando comparamos el plazo mayor (= 5 años) con el menor (< 5 años), las probabilidades no eran muy diferentes. Una mayor cantidad de casos podría hacer que las probabilidades sean significativamente distintas.

No vimos que aumentara la probabilidad de DMAE temprana con las cataratas, como observáramos en una publicación anterior con menos seguimiento. Esto pudo deberse a que en dicho artículo utilizamos el ojo más seriamente afectado para el análisis. Otra razón puede ser la utilización de métodos de análisis diferentes.

Los resultados del presente estudio deberán ser observados con cautela. En primer lugar existe la posibilidad de que la mortalidad haya afectado dichos resultados, ya que puede estar asociada a los factores de riesgo y resultados analizados. No está claro si las cataratas y la cirugía de cataratas por si mismas son biomarcadores significativos de envejecimiento, de manera que la supervivencia selectiva pudiese alterar los resultados obtenidos. En caso de que esto sea así, podríamos haber subestimado la relación entre las cataratas y la DMAE tardía. Una muestra más numerosa y con un seguimiento a más largo plazo podría aportar más pruebas sobre la asociación entre ambas patologías. Asimismo, se excluyeron de este estudio aquellos que ya tenían DMAE. También observamos que los excluidos tenían más probabilidades de haber sido operados de cataratas. Es posible que esto también nos haya hecho subestimar la relación entre cataratas, extracción de cataratas y DMAE tardía.

La mayoría de los participantes con cirugía de cataratas recibieron implante de lentes intraoculares, por lo que no pudimos analizar la posibilidad de distintos efectos entre afaquia e implante de lentes sobre la DMAE. Tampoco pudimos estudiar el efecto de distintos tipos de lentes intraoculares o técnicas quirúrgicas.

Como conclusión, hallamos un efecto sustancial de la cirugía de cataratas sobre la incidencia de DMAE tardía. Este descubrimiento se obtuvo sobre la base de pruebas pasadas. Además, los datos del presente estudio indican que el tiempo pasado desde la cirugía aumenta el riesgo. Si se replican estos resultados en otros estudios de manera significativa, esto implicaría que la cirugía de cataratas debería posponerse todo lo posible mientras la visión del paciente sea aceptable, para aquellos que tienen mayor riesgo de desarrollar DMAE tardía.

Conclusiones:

Los datos obtenidos sirven para probar una asociación entre la cirugía de cataratas y la DMAE tardía, independiente de otros factores de riesgo, incluyendo alto riesgo genético y señalan la importancia de tener esto en cuenta al asesorar a los pacientes con respecto a la cirugía de cataratas. Esto debería servir de incentivo para investigar la forma de prevenir o retardar el desarrollo de cataratas.

? Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsible de Intramed en la especialidad de oftalmología.

Bibliografía:

1. Klein R, Klein BE, Linton KL. Prevalence of age-related maculopathy: the Beaver Dam Eye Study. Ophthalmology 1992;99:933– 43.
2. Eye Diseases Prevalence Research Group. Prevalence of agerelated
macular degeneration in the United States. Arch Ophthalmol 2004;122:564 –72.
3. Vingerling JR, Dielemans I, Hofman A, et al. The prevalence of age-related maculopathy in the Rotterdam Study. Ophthalmology 1995;102:205–10.
4. Mitchell P, Smith W, Attebo K, Wang JJ. Prevalence of age-related maculopathy in Australia. The Blue Mountains Eye Study. Ophthalmology 1995;102:1450–60.
5. Cheung CM, Tai ES, Kawasaki R, et al. Prevalence of and risk factors for age-related macular degeneration in a multiethnic Asian cohort. Arch Ophthalmol 2011 Dec 12 [Epub ahead of print].
6. Jonasson F, Arnarsson A, Eiriksdottir G, et al. Prevalence of age-related macular degeneration in old persons: Age, Gene/environment Susceptibility Reykjavik Study. Ophthalmology 2011;118:825–30.





Publicado en: http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=76980
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jueves, 21 de junio de 2012

Virus para ver




Una de las líneas de trabajo más prometedoras a corto plazo en terapias génicas tiene que ver con un antiquísimo objetivo que hasta parecía olvidado: restituir la vista en algunas formas de ceguera.


Por Marcelo Rodríguez


De la eficacia de la genética hoy nadie duda; pero en cuanto a sus aportes a la salud pública, esta disciplina “vedette” de la biología sigue generando más fantasías que soluciones. Su aplicación en enfermedades degenerativas de la retina, sin embargo, se muestra candidata a romper ese molde.

Retina significa “pequeña red”. Es la delgada lámina que recubre el fondo del ojo donde impacta la luz que compone las imágenes. Si se extrae, se la ve como un minúsculo reticulado transparente, pero su estructura es extremadamente compleja.
Para “recoger” la luz que llega y enviarla como información al cerebro, las múltiples ramificaciones del nervio óptico no abrazan la retina por detrás sino que la penetran a través del llamado punto ciego, y luego se distribuyen por dentro del globo ocular sobre toda la superficie retiniana. Ahí, cada terminal nerviosa se vuelve para clavarse en ella y ponerse en contacto, a través de otras células específicas, con los conos y bastones, las células fotosensibles.

De modo que éstas no miran hacia la luz sino que se esconden, vueltas hacia el epitelio pigmentario. Recién allí, las diferentes longitudes de onda de la luz residual que lograron atravesar el reticulado traslúcido, provocan una serie de intercambios químicos con las células vecinas, que se traducirá en la información que confluye en el nervio óptico para ir al cerebro.

Sólo muy recientemente se animó la medicina a internarse en esta red. Como las neuronas, las células de la retina no se regeneran una vez perdidas. La cirugía refractiva y la de cataratas permiten desde hace décadas corregir problemas ópticos, es decir, de ingreso y trayectoria de la luz dentro del ojo.

TERAPIA VIRAL

Pero cuando el problema está en la retina, todo se complica. Inyecciones y cirugías láser se incorporaron recientemente a la terapéutica para reparar la retina dañada por traumatismos, por una diabetes muy avanzada o para inhibir el crecimiento de vasos sanguíneos anómalos que impiden ver en las llamadas retinopatías húmedas. En recién nacidos prematuros, un tratamiento con láser a tiempo impide la progresión de malformaciones congénitas que llevan a la ceguera. Nada había por hacer frente a enfermedades oftalmodegenerativas como la retinosis pigmentaria, las maculopatías relacionadas con la edad del tipo “seco” donde no hay neovascularización sino que simplemente se ha visto afectado el intercambio químico entre las células fotosensibles y el epitelio pigmentario– y otras enfermedades hereditarias como la maculopatía de Stargardt, que desde edad temprana deteriora las células de la mácula (área de la retina donde la luz incide más directamente) hasta dejar a la persona sin visión central.

Esta última enfermedad tiene una particularidad que la convirtió en candidata para los primeros ensayos clínicos con terapias génicas, que se iniciaron en julio pasado en Europa: está causada por la mutación de un solo gen (ABCA4), responsable del intercambio químico entre el epitelio pigmentario y las células fotosensibles. Esto simplifica el objetivo de la terapia: inocular virus genéticamente modificados con ABCA4 “normales”.

En un proceso natural de infección, un virus penetra en el núcleo de la célula humana y “pervierte” su código genético para ponerla a replicar virus; en la terapia génica, lo esperable (y que ya se ha obtenido en ensayos de laboratorio y en animales, y por eso se está probando en personas) es que las células artificialmente “infectadas” reproduzcan el gen ABCA4 “correcto”. Esto normalizaría el intercambio químico que al deteriorarse causó la pérdida visual. Todo esto teniendo en cuenta, tal como ha sido comprobado, que las células no necesariamente mueren al perder su función (una dieta adecuada y el uso de lentes con filtro serían útiles en este sentido).

La compañía Oxford Biomedical y la Universidad de Columbia avanzan con este ensayo de terapia génica, que ya la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA) declaró “terapia huérfana” a fin de facilitar su desarrollo. Y el patrocinio de una big pharma (no se da puntada sin hilo) da la pauta de que no sólo los afectados por estas enfermedades esperan buenos resultados.

CAMINO A LA REGENERACION

Aun si las células pigmentarias han entrado en apoptosis (muerte celular), habría forma de regenerarlas. Con un método desarrollado por la compañía estadounidense Advanced Cell Technology, que permite extraer una célula embrionaria en etapas muy tempranas sin dañar el embrión, el doctor Robert Lanza intenta experimentalmente, en un ensayo casi simultáneo con el de la terapia génica, regenerar el epitelio pigmentario en 12 pacientes.

En la retina, estas células madre se especializarían en función del entorno químico y rescatarían la función de los conos para recuperar visión.

En ratones de laboratorio dio resultado, y Lanza debió demostrar además que inocular estas células no causa tumores oculares, antes de que la FDA lo autorizara para probarla en humanos.

También hubo buenos resultados (en experimentos con animales, en este caso) en formas más severas de discapacidad visual, como un tipo de retinosis pigmentaria llamado amaurosis de Leber. La aplicación de terapias génicas se complica cuando se trata de enfermedades con perfiles genéticos más complejos, ya que en algunas pueden intervenir cientos de genes.

Las investigaciones actuales, sin embargo, van tras la creación de una retina artificial completa a partir de células embrionarias, tal como se logró por primera vez en el Centro Riken de Kobe (Japón), según se anunció en abril pasado. Su aplicación real suena bastante lejana y seguramente faltan varios años para que la medicina esté en condiciones de prometer a los ciegos que recuperarán su vista, pero ése parece ser el camino, y la idea de que la retina es el límite definitivo está en jaque.

Publicado en: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-2707-2012-06-17.html
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jueves, 14 de junio de 2012

Una retina de células madre abre las puertas del trasplante



Shinya Yamanaka, padre de la reprogramación celular, aseguraba en una entrevista concedida tras recibir el premio de la Fundación BBVA que el primer órgano reproducido en el laboratorio sería la retina. Sus predicciones, como cabría esperar, parecen bastante acertadas. Aunque no son exactamente retinas humanas 'artificiales', las copas ópticas fabricadas por un grupo de científicos nipones sitúa los trasplantes a un tiro de piedra.

El equipo de la Universidad de Kobe (Japón) dirigido por Yoshiri Sasai sigue avanzando en el campo de la medicina regenerativa del ojo. Hace algo más de un año, presentaron en la revista 'Nature' la generación 'in vitro' de copas ópticas -las estructuras embrionarias de las que surgen las retinas- a partir de células madre embrionarias de ratones. Ahora, lo han hecho con células humanas y los resultados son muy llamativos y "prometedores", según Shomi Bhattacharya, director del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER).
"La imagen es muy impresionantes porque son estructuras muy similares a las que se observan durante el desarrollo embrionario", explica a ELMUNDO.es Paola Bovolenta, especialista en biología del desarrollo y profesora de investigación en el Centro de Biologia Molecular Severo Ochoa, CSIC-UAM.

El éxito del grupo de Sasai, que tiene una sólida reputación en el sector, es la reproducción casi perfecta de la copa óptica. Gracias a un cuidadoso sistema de cultivo, las células madre embrionarias dieron lugar de forma espontánea a una estructura invaginada compuesta por dos capas: una interna, que da lugar a la retina neural, y una externa, que conforma el epitelio retinal pigmentario.

El proceso fue similar al que habían observado antes con las células madre de ratón pero el resultado fue ligeramente distinto. "Han demostrado que existen variaciones en el desarrollo entre especies, algo muy importante", señala Bovolenta. "Las células de ratón generaron una retina más pequeña que las humanas, que originaron una estructura más grande y con una proporción de células similar a la que hay en el ojo humano".

Una opción para varias enfermedades

"Hasta ahora, no se habían reproducido tan bien los tejidos de la retina ocular", comenta Nuria Montserrat, investigadora del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB) que trabaja en la diferenciación de células madre e iPS. "Han logrado una disposición espacial, con las dos capas, igual a la realidad. Es casi como un ojo en un plato de cultivo".

Las primeras aplicaciones podrían estar cerca. "En particular, para la retinitis pigmentosa, donde los fotorreceptores de degeneran gradualmente", explica Sasai a este medio. También se podría emplear, "en combinación con células iPS, para crear modelos de enfermedades en los que estudiar la patogénesis y explorar nuevos tratamientos", añade el investigador japonés.

"Este estudio abre las puertas al trasplante", asegura Monserrat. Pero tal vez no a la clásica idea de trasplante, donde un órgano dañado es sustituido por uno nuevo. El problema está, coinciden los autores y los expertos consultados por este medio, en que regenerar las conexiones entre la retina y el nervio óptico puede ser demasiado complicado.

"Probablemente, no sea necesario reintegrarla entera, sobre todo en algunas enfermedades", señala Bovolenta. Como en la degeneración de la retina, donde "parece razonable hacer un injerto lo suficientemente maduro para contener un gran número de precursores de fotorreceptores", apuntan los autores en las páginas de 'Cell Stem Cell'.

El ojo, el órgano perfecto

Habrá que esperar a que se lleven a cabo nuevos estudios, pero, de momento, esto es lo más cerca de la clínica que están las células madre embrionarias. La clave está, según Montserrat, en que "con 50.000-80.000 células, muchas menos de las que se necesitan en otros órganos, puedes empezar a tener resultados". Además, los problemas de rechazo y el riesgo de aparición de tumores parecen escasos.
En nuestro país, hay varios grupos que se dedican a la investigación en este campo. En el CMRB, han "empezado a hacer cultivos con células madre e iPS" pero aún están en fases preliminares, explica esta experta.

En el Instituto de OftalmoBiología Aplicada (IOBA) de la Universidad de Valladolid hay un grupo dedicado a la retina en donde también están "intentando crear estructuras en 3D de tejido usando células madre", explica Girish Kumar, que trabaja allí. Allí trabajan con células madre de la grasa, diferenciándolas a células de la retina. También buscan un tratamiento para la Degeneración Macular Asociada a la Industria y tienen algunos estudios con animales en los que usan células madre para proteger el epitelio pigmentario. En todos estos campos, subraya Kumar, "este trabajo nos va a ayudar mucho".

Gracias a todos estos esfuerzos, es muy probable que la retina sea la primera aplicación clínica de las células madre embrionarias pero los expertos reclaman más. "El ojo es muy asequible -insiste Montserrat- pero hay que ir más allá, hacia algo más relevante para la salud mundial, como la patología cardiovascular".

Publicado en: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/06/13/biociencia/1339600710.html
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domingo, 10 de junio de 2012

La miopía protege contra la pérdida de la vista en los diabéticos



La longitud axial (LA) más larga en la miopía al parecer protege contra la retinopatía diabética y el edema macular de los diabéticos, según los resultados de un estudio longitudinal de 630 ojos.
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En un artículo publicado recientemente en la versión en línea de Ophthalmology, Ryan Eyn Kidd Man, BSc, del Centre for Eye Research Australia, Royal Victorian Eye and Ear Hospital, University of Melbourne, analizó las mediciones de la longitud axial, el equivalente esférico (EE) de la refracción, la curvatura corneal (CC) y la profundidad de la cámara anterior (PCA) frente a la presentación y gravedad de la retinopatía y el edema macular diabético diagnosticados en 367 adultos de 18 y más años de edad con diabetes de tipo 1 y de tipo 2. La retinopatía se clasificó en grados a partir de fotografías de la retina de dos campos, en tanto que el edema de la mácula se clasificó basándose en fotografías del fondo de ojo y se confirmó mediante tomografía de coherencia óptica.

El equipo de investigación descubrió que los ojos con LA más larga tenían menos probabilidades de tener retinopatía diabética leve (oportunidades relativas [OR]: 0,58; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,41 a 0,83; p = 0,006 por mm de incremento en la longitud axial), moderada (OR: 0,73; IC del 95%; 0,60 a 0,88; p = 0,002) o grave (OR: 0,67; IC del 95%: 0,53 a 0,85; p = 0,01). Los resultados también mostraron una disminución del riesgo de edema macular diabético (EMD) leve (OR): 0,70; IC del 95%: 0,56 a 0,86; p < 0,001) y moderado (OR, 9,72; IC del 95%: 0,56 a 0,93; p = 0,002) pero no grave. No hubo ninguna relación entre el EE, la PCA y la CC con la retinopatía diabética.

Los autores señalan: «Estos hallazgos indican que la elongación axial y no los cambios en el componente de refracción, pueden contribuir en gran parte a la relación protectora de la miopía con la retinopatía diabética demostrada en estudios previos».

El estudio proporciona un apoyo sólido para las observaciones clínicas bien conocidas y los estudios previos que han determinado un efecto protector de la miopía sobre la retinopatía diabética sin señalar cuál es el componente preciso de la miopía que contribuyó a la diferencia.

El Dr. Thomas W. Gardner, profesor de oftalmología y ciencias visuales en el Kellogg Eye Center en la University of Michigan, Ann Arbor, dijo Medscape Medical News: «Esta observación clínica se ha constatado durante más de 30 años, pero nadie realmente la había investigado antes». Dijo: «Lo importante aquí es que se utilizan datos reales de un gran número de pacientes». La magnitud del estudio, y el hecho de que fuese prospectivo y no retrospectivo, respalda más el hallazgo, añadió.

La Dra. Shlomit Schaal, PhD, directora, Servicio de Retinopatía Diabética, Departamento de Oftalmología y Ciencias Visuales, University of Louisville, Kentucky, está de acuerdo. En un mensaje de correo electrónico dirigido a Medscape Medical News señala: «Este estudio fortalece las teorías existentes que señalan que la elongación axial es un factor importante en la relación protectora de la miopía y la retinopatía diabética».

La Dra. Schaal señala: «Las fortalezas del estudio comprenden la extensa muestra clínica de los pacientes con diferentes niveles de retinopatía diabética, la valoración de la retinopatía diabética utilizando fotografías de la retina después de protocolos de gradación estandarizados, y el protocolo de exploración clínica detallado y exhaustivo». Sin embargo, dice que los investigadores debieran haber utilizado el Índice de Cambio Volumétrico Estandarizado (ICVE) en vez de la Stratus OCT (tomografía de coherencia óptica), que tomó en cuenta sólo el espesor de la mácula central.

La Dra. Schaal afirmó que el ICVE «toma en cuenta todas las zonas exploradas por la OCT y también el volumen macular, no sólo la variable del espesor».

Es improbable que el estudio tenga gran efecto sobre la atención a los pacientes, añadió el Dr. Gardner. «La longitud axial es una de las pocas interrelaciones protectoras que tenemos en general, pero por lo que respecta al ejercicio clínico real, no estoy seguro de cómo realmente se pueda aplicar.

No sabemos todavía cómo integrar todos estos factores de riesgo en alguna calificación de riesgo integrada unitarizada. Creo que si alguien tiene considerable miopía tendrá menos posibilidades de adquirir una retinopatía, pero me parece que aún no comprendemos bien de qué manera esto influye en la forma en que tratamos a los pacientes».

No obstante, los autores terminan diciendo «que la longitud axial se relaciona con la presentación y la gravedad de la retinopatía diabética y el EMD». Continúan: «Estos resultados indican que un globo ocular alargado desempeña un papel importante en la influencia protectora de la miopía… Se necesitan estudios futuros que valoren las interrelaciones longitudinales entre las dimensiones axiales y la retinopatía diabética y el EMD». La gran interrogante sigue siendo por qué la retinopatía diabética confiere un efecto protector.

Las limitaciones del estudio comprenden su diseño transversal, que impide llegar a conclusiones en torno a la causalidad y la secuencia temporal de las asociaciones, los posibles sesgos de selección, la inclusión de pacientes que recibieron fotocoagulación con láser por EMD y la falta de valoración de la biometría del cristalino.

La Dra. Schaal señala: «Aún no se han determinado los mecanismos exactos por los cuales la elongación axial ejerce un efecto protector sobre la aparición de una retinopatía diabética y el edema macular quistoide». «La teoría postula que la disminución del flujo sanguíneo con el incremento de la longitud axial puede desempeñar un papel en esta interrelación. En el estudio no se investigó el mecanismo, simplemente se demostró la interrelación».

El Centre for Eye Research Australia recibe apoyo del Victorian Government. Este estudio es financiado por una beca de enlace del Australian Research Council y por el National Health and Medical Research Council Centre for Clinical Research Excellence. Las organizaciones financiadoras no desempeñaron ningún papel en el diseño o la ejecución de esta investigación. Los autores, el Dr. Gardner y la Dra. Schaal han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.


Publicado en: http://www.medicinapreventiva.com.ve/noticias/miopia_protege_contra_perdida_vista_diabeticos.htm
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sábado, 9 de junio de 2012

Vitaminas E y C no protegen a ancianos de trastorno visual común




Por Amy Norton

Las vitaminas E y C no protegen a los adultos mayores de la degeneración macular, que es la principal causa de ceguera en esa población.

Los investigadores siempre sospecharon que las vitaminas, que son antioxidantes,
blindarían al tejido ocular de la erosión que produce la degeneración macular en el centro de la retina, lo que impide ver los detalles finos.
Pero, hasta ahora, los ensayos clínicos con vitamina E no obtuvieron buenos resultados.

El nuevo estudio es el más prolongado que se haya hecho para probar el papel de la vitamina E en la visión masculina y es el primero en evaluar la vitamina C sola, según detalló el autor principal, William G. Christen, del Hospital de Brigham y las Mujeres, y de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston.

Los autores no hallaron beneficio alguno de ambas vitaminas en los hombres mayores que habían tomado los suplementos durante ocho años.

Ningún estudio es la última palabra sobre la relación entre las vitaminas y la degeneración macular, según dijo Christen. Por otro lado, los resultados no proporcionan prueba alguna que respalde el uso de las vitaminas E o C para prevenir los problemas visuales.

La investigación, publicada en la revista Ophthalmology, forma parte de un estudio en curso sobre más de 14.000 médicos de Estados Unidos, todos varones y mayores de 50 años.

Al azar, los participantes tomaron 400 unidades internacionales (UI) de vitamina E o un placebo día por medio, más 500 miligramos (mg) diarios de vitamina C o un placebo.

A los ocho años, 193 habían desarrollado degeneración macular lo suficientemente grave como para interferir en la visión. Pero el riesgo era casi idéntico entre los participantes que habían tomado las vitaminas y los que habían recibido placebo.
Se estima que en Estados Unidos hay 7,2 millones de personas con algún grado de degeneración macular asociada con la edad y que 890.000 están en una etapa avanzada. Pero la aparición de nuevos casos está disminuyendo.

"Una gran cantidad de pruebas respalda la idea de que el tabaquismo es una causa importante de la degeneración macular asociada con la edad", indicó Christen. "Por lo tanto, evitarlo o dejar de fumar sería una forma de reducir el riesgo", añadió.
Pero el equipo escribe que, con estos resultados, las vitaminas E y C "no tendrían una efecto significativo en la aparición de la degeneración macular asociada con la edad".

FUENTE: Ophthalmology, online 13 de abril del 2012.

Publicado en: http://www.publico.es/431975/vitaminas-e-y-c-no-protegen-a-ancianos-de-trastorno-visual-comun
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miércoles, 23 de mayo de 2012

Lucentis y Avastin



Simplificando mucho, el debate sería el siguiente: ¿se puede usar un fármaco para tratar una enfermedad en la que ha demostrado ser eficaz, aunque no esté aprobado oficialmente para esa patología? Ése es el dilema al que se enfrentan a diario los oftalmólogos que tratan la degeneración macular asociada a la edad.

Aunque existe un sólo fármaco autorizado para tratar esta forma de ceguera en el anciano (Lucentis, de laboratorios Novartis); los oftalmólogos utilizan también otro tratamiento, diseñado originalmente para combatir el cáncer, y que no tiene el visto bueno de las autoridades para inyectarse en el ojo (Avastin, de Roche).

El problema se complica porque el tratamiento 'alegal' es 35 veces más barato que el 'oficial': 20 euros frente a 700, aproximadamente. «En teoría, y desde el punto de vista legal, el que se debe usar es ranibizumab (Lucentis)», explica el doctor Luis Fernández-Vega, presidente de la Sociedad Española de Oftalmología. "Únicamente cuando este tratamiento no funciona podemos recurrir a bevacizumab (Avastin) como segunda opción". Sin embargo, reconoce, "la realidad es que muchos especialistas emplean bevacizumab; tal y como comprobamos en un congreso médico reciente en el que gran parte del auditorio levantó la mano cuando preguntamos". Ambas terapias se inyectan dentro del ojo, entre siete y 12 veces al año.

Precio y efectos secundarios

El doctor Jordi Monés, director del Instituto de la Mácula y la Retina de Barcelona, emplea una curiosa metáfora: "Bevacizumab sería el Robin Hood que nos sirvió hasta que llegó el Rey Ricardo. Es decir, el que utilizamos mientras se autorizaba oficialmente el otro". Sin embargo, continúa, cuando el 'monarca' regresó, el 'bandido bueno' no se fue del todo; de manera que ambso fármacos conviven hoy en un extraño limbo legal.

Las dos compañías en juego en esta historia coinciden en declaraciones a ELMUNDO.es: bevacizumab no ha sido ni diseñado ni autorizado para uso intraocular. Por lo que la propia Roche insiste en que "no lo apoya ni lo promueve fuera de lo que indica su ficha técnica, es decir, más allá de los tumores para los que está aprobado (mama, pulmón y colorrectal).

Novartis, por su parte, reconoce que "no puede especular acerca del número de centros que están usando bevacizumab fuera de indicación en España". Tampoco los especialistas se atreven a dar esta cifra, aunque aseguran que los fármacos conviven día a día en los servicios de Oftalmología: tanto en los centros públicos como en los privados, donde, además, el paciente debe correr con la factura.

Un informe de la Sociedad de Farmacia Hospitalaria (SEFH) datado en septiembre de 2011, estimaba que el uso del fármaco no autorizado "supondría un ahorro para el sistema sanitario español del orden de 132,1 millones a 226,7 millones de euros", según el régimen de inyecciones elegido (bien mensual o a demanda, tratando únicamente si la enfermedad progresa).
Hasta ahora, dos estudios (Catt e Iván) han comparado la eficacia de ambos para recuperar la visión en pacientes afectados por degeneración macular húmeda. Como explica Monés, investigador de la Barcelona Macula Foundation, estos ensayos han demostrado una eficacia similar en el control de la agudeza visual, aunque con una tasa de efectos secundarios algo superior para bevacizumab (el antitumoral inyectado en el ojo).

El doctor Fernández-Vega, sin embargo, matiza que las reacciones de bevacizumab «no son clínicamente significativas» y se muestra partidario de que la Agencia Española del Medicamento "permitiese usar bevacizumab [para la degeneración macular] legalmente".

Publicado en: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/05/23/noticias/1337791302.html
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martes, 22 de mayo de 2012

El número y el tamaño de las drusas no influyen en el riesgo de sufrir neovascularización coroidea.





Las drusas consisten en depósitos blanco amarillentos visibles en el fondo de ojo. Consisten en acúmulos extracelulares de lipofuchina (“deshechos celulares”) en el epitelio pigmentario de la retina. Se consideran lesiones precursoras de la degeneración macular asociada a la edad, junto con los cambios de la pigmentación del fondo de ojo, apareciendo con mayor frecuencia a medida que envejecemos. Por lo general se considera que aparecen en el 25% de las personas mayores de 52 años.

Su aparición supone un riesgo de pérdida de visión debido al desarrollo de degeneración macular asociada a la edad (DMAE), tanto en su forma exudativa como en la seca.

En general se ha considerado hasta ahora que un aumento en su tamaño y en su número suponen un mayor riesgo para la aprición de DMAE, pero un estudio reciente realizado en la Universidad de Pittsburg desmiente esta hipótesis (TR Friberg y col, Invest.Ophthalmol.Vis. Sci., 2012).
Después de evaluar, mediante el análisis de imágenes digitalizadas, 950 ojos, no han encontrado relación entre el área total de drusas, la presencia de drusas de gran tamaño y la presencia de hiperpigmentación con el riesgo de desarrollar neovascularización coroidea.

Publicado en: http://www.oftalmologiavirgendelmar.es/blogs/angel-nacle/2012/05/18/el-numero-y-el-tamano-de-las-drusas-no-influyen-en-el-riesgo-de-sufrir-neovascularizacion-coroidea/

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jueves, 19 de abril de 2012

Recuperar la vista

Recuperar la vista

Ernesto Ortega

Recuperar la vista en personas invidentes es uno de los retos más apasionantes de la investigación científica. Ahora, según un pequeño estudio que se publica en Nature, parece estar más cerca. Un equipo de científicos del Instituto de Oftalmología del University College London (Gran Bretaña) han demostrado, por primera vez, que el trasplante de fotorreceptores sensibles a la luz, en los ojos de ratones con deficiencias visuales, pueden restaurar su visión.

La investigación sugiere que el trasplante de fotorreceptores sensibles a la luz -las células nerviosas que bordean la parte posterior del ojo- podría constituir la base de un nuevo tratamiento para restaurar la vista en personas con enfermedades oculares degenerativas.

El trasplante de células es una estrategia potencial para el tratamiento de la ceguera causada por la pérdida de fotorreceptores. Aunque se sabía que con el trasplante de células precursoras de varilla éstas migran hacia la retina en ratones adultos y son capaces de adquirir las características especializadas de las células fotorreceptoras maduras, aún no se había demostrado que el trasplante de estas células puede mejorar realmente la visión.

Células sanas

Los investigadores inyectaron células de ratones sanos jóvenes, directamente en las retinas de ratones adultos que carecían de fotorreceptores de varilla funcionales -la pérdida de fotorreceptores es causa de ceguera en muchas enfermedades humanas de los ojos, como la degeneración macular relacionada con la edad, la retinitis pigmentosa, y la ceguera relacionada con la diabetes-. Después de cuatro a seis semanas, las células trasplantadas parecían funcionar casi tan bien como los fotorreceptoras de varilla normales, y habían formado las conexiones necesarias para transmitir información visual al cerebro.

Los investigadores también probaron la visión de los ratones tratados, en un laberinto con poca luz, observando que los ratones con un tipo de células -denominadas de bastón- recién trasplantadas, eran capaces de utilizar una señal visual para encontrar rápidamente una plataforma escondida en el laberinto, mientras que los ratones no tratados, fueron capaces de encontrar la plataforma oculta sólo por casualidad, después de una extensa exploración del laberinto.

Para Robin Ali, quien dirigió la investigación, estos resultados demuestran, «por primera vez, que las células fotorreceptoras trasplantadas pueden integrarse con éxito en los circuitos de la retina y mejorar así la visión. Tenemos la esperanza de que, pronto, seremos capaces de replicar este éxito con fotorreceptores derivados de células madre embrionarias y, con el tiempo, desarrollar ensayos en humanos».

Los autores reconocen que muchas otras medidas son necesarias antes de que estos hallazgos pueden ser traducidos a la clínica, pero ponen de relieve que el trabajo demuestra que el trasplante de fotorreceptores de varilla se puede integrar con éxito en los circuitos de retina mejora la visión.

Publicado en: http://www.abc.es/salud/noticias/recuperar-vista-11807.html
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sábado, 14 de abril de 2012

Se puede diagnosticar el edema macular sin necesidad de dilatar la pupila




La revista ‘American Journal of Ophthalmology’ publica un estudio del Hospital Mancha Centro sobre el edema macular, que es la principal causa de pérdida de visión en los pacientes diabéticos.

- En esta investigación, liderada por el oftalmólogo Javier Lara, se demuestra que se puede diagnosticar el edema macular sin necesidad de dilatar la pupila - Los organizadores del Congreso Mundial de la Diabetes que se celebrará en China han invitado al Servicio de Oftalmología para dar a conocer este novedoso sistema España, abril de 2012.- La prestigiosa revista American Journal of Ophthalmology ha publicado, en su último número de marzo, un estudio elaborado por el Servicio de Oftalmología del Hospital General ‘La Mancha Centro’ de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), centro dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, sobre el edema macular, que es la principal causa de pérdida de visión en los pacientes diabéticos. Concretamente, el artículo titulado ‘Use of Nonmydriatic Spectral-Domain Optical Coherence Tomography for Diagnosing Diabetic Macular Edema’ (Utilización de Tomografía óptica no midriática para el diagnóstico del edema macular diabético) recoge los resultados de una investigación realizada en el Hospital Mancha Centro bajo la coordinación del oftalmólogo Javier Lara. En esta investigación, que fue objeto de una tesis doctoral con la que el doctor Lara obtuvo la máxima calificación, se demuestra que se puede diagnosticar el edema macular, sin necesidad de dilatar la pupila, mediante la utilización de aparatos de Tomografía de Coherencia Óptica (OCT).


La publicación de este artículo en el American Journal of Ophthalmology ha sido recibida con gran satisfacción por parte de los oftalmólogos del Mancha Centro, ya que se trata de una de las tres mejores y más prestigiosas revistas de la especialidad. Distribuida a nivel mundial, constituye uno de los referentes más importantes para la difusión de avances científicos en el citado campo. Gracias a ello, el Servicio de Oftalmología del hospital alcazareño ha sido invitado a participar en el Congreso Mundial de la Diabetes, que se celebrará el próximo mes de junio en Pekín (China). Y es que tras leer el artículo en esta publicación especializada, los organizadores de esta importante cita se pusieron en contacto con el Servicio de Oftalmología para poder trasladar a todos los asistentes las interesantes conclusiones de este estudio. Diagnóstico y tratamiento precoz El hecho de que no sea necesaria la dilatación de la pupila para el diagnóstico del edema macular permitirá detectar y tratar de forma precoz el edema macular en un mayor número de pacientes. “La importancia de este trabajo reside en que mediante esta técnica diagnóstica es posible explorar de forma correcta a un gran número de pacientes diabéticos, empleando un único instrumento y en un tiempo de exploración inferior a 5 minutos. La aplicación de este sistema diagnóstico permitiría ampliar el número de pacientes explorados, reducir los tiempos de espera para la visita oftalmológica y acelerar la necesidad de tratamiento si fuera necesario", tal y como señala el doctor Lara. Así mismo, “este sistema supone una mejora substancial en el diagnóstico precoz de la enfermedad macular diabética con respecto a los sistemas tradicionales basados en fotografías, los cuales fracasaban hasta en un 20% de las ocasiones en obtener imágenes adecuadas de la mácula”, según el principal autor del artículo, para quien esta técnica podría cambiar los sistemas actuales de diagnóstico precoz para la enfermedad diabética. Para dar a conocer su contenido y beneficios al resto de los profesionales de la especialidad, el facultativo adjunto del Servicio de Oftalmología del Hospital General ‘La Mancha Centro’ Javier Lara ya ha presentado su trabajo en importantes encuentros científicos, como el Congreso Nacional de Retina y Vítreo.


Piblicado en: http://www.noticiasmedicas.es/medicina/noticias/14049/1/La-revista-American-Journal-of-Ophthalmology-publica-un-estudio-del-Hospital-Mancha-Centro-/Page1.html




martes, 10 de abril de 2012

Identificada una nueva vía para luchar contra la degeneración macular




Hallan un compuesto que regula la inflamación con el que se podría frenar la evolución de la enfermedad

Científicos del Trinity College de Dublín han abierto un nuevo camino para tratar la degeneración macular asociada a la edad, la principal causa de ceguera en personas mayores de sesenta años. Han descubierto que en esta enfermedad juega un papel clave el sistema inmune y en concreto, una parte llamada inflamasoma que está implicada en el inicio de la respuesta inflamatoria. En la revista «Nature Medicine» demuestran que controlando la inflamación se puede prevenir el desarrollo de la degeneración macular.

En la degeneración macular se pierde la visión central. Quienes la padecen tienen problemas para leer, ver la televisión, conducir o utilizar un ordenador. Existen dos formas de degeneración macular: seca y húmeda. La primera avanza con mayor lentitud que la segunda, aunque la enfermedad es muy variable. La forma seca puede avanzar y causar pérdida de visión sin convertirse en la forma húmeda de la enfermedad. Y también es posible que las primeras etapas de la degeneración macular seca progresen a una forma húmeda, que es también más agresiva.

Los hallazgos de los científicos británicos pueden cambiar el curso de la enfermedad y evitar que la forma seca evolucione a la húmeda. «Nuestros resultados sugieren que controlando los niveles de un compuesto relacionado con la inflamación (IL-18) en la retina se evita la progresión hacia la forma húmeda, lo que nos conduce hacia un nuevo tratamiento de la enfermedad», explica Sarah Doyle, una de las firmantes del estudio.

Tradicionalmente la inflamación en la retina o en el interior del ojo, en general, es un síntoma de muchas enfermedades oculares. Lo que hasta ahora no se sabía es que un único compuesto relacionado con la inflamación podía evitar la progresión.

Doyle y el doctor Matthew Campbell han llegado a esta conclusión al relacionar la inflamación con la acumulación de drusas, los depósitos amarillos que se acumulan por debajo de la retina, típicos de la degeneración macular.

Forma seca, forma húmeda Las drusas a menudo se encuentran en los ojos de las personas de edad avanzada, pero un aumento en el tamaño y el número de estos depósitos suele ser la primera señal de alarma de la enfermedad. Con el tiempo, las drusas deterioran la mácula, el epitelio pigmentario retiniano y las células fotorreceptoras. El resultado es la pérdida progresiva de la visión. No hay tratamiento, salvo evitar factores de riesgo como dejar de fumar.

La única ventaja de la degeneración seca es que avanza con mayor lentitud, salvo cuando evoluciona a la forma húmeda. En estos casos, se produce un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos que crecen detrás de la mácula. Estos vasos sanguíneos son muy frágiles y pueden causar hemorragias que dañan la mácula con rapidez y la pérdida de la visión central. El efecto en los pacientes es como si les pusieran dos monedas en frente de sus ojos. La sensación es como ver dos círculos negros que bloquean la visión central.

Publicado en: http://www.abc.es/20120408/sociedad/abci-nuevo-avance-degeneracion-macular-201204081802.html


lunes, 12 de marzo de 2012

Prometedoras investigaciones en degeneración macular húmeda asociada a la edad




La degeneración macular húmeda asociada a la edad (DMAE) es la principal causa de ceguera en personas mayores de 65 años en Estados Unidos y Europa.

Por ello, las líneas de investigación o avances en este campo son especialmente interesantes y significativos. En este escenario, el análisis a dos años de los estudios en fase III VIEW1 y VIEW2 que analizan el VEGF "Trap-Eye", una proteína de fusión recombinante formada por partes de los dominios extracelulares de los receptores VEGFR 1 y VEGFR 2 humanos, fusionados con una fracción constante de una inmunoglobulina G humana y formulada como una solución isosmótica para administración intravítrea, ha confirmado expectativas muy prometedoras, según Marta Suárez de Figueroa, presidenta de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV).

Según los resultados integrados de los dos estudios, los tratados con VEGF Trap-Eye mostraron una mejora significativa en la agudeza visual frente a la línea basal a las 96 semanas de tratamiento y, además, con un promedio inferior de inyecciones para alcanzar los resultados de ranimizumab.

De hecho, los pacientes que recibieron 2 mg de VEGF Trap-Eye cada dos meses alcanzaron una agudeza visual similar, con un promedio de cinco inyecciones menos a los dos años de tratamiento. Además, en el segundo año, los que necesitaron una terapia más intensa recibieron, de promedio, 1,4 inyecciones menos en el grupo de 2 mg cada dos meses, en comparación con el grupo de ranimizumab. "Estos datos confirman que es posible obtener buenos resultados visuales inyectando el antiangiogénico en la cavidad vítrea cada dos meses durante el primer año y que se mantienen durante el segundo año con una menor frecuencia".

Publicado en: http://www.sld.cu/servicios/aldia/view-aldia.php?idn=21084

domingo, 11 de marzo de 2012

El colirio de bromfenac podría ser útil como coadyuvante en el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad.





La degeneración macular asociada a la edad (DMAE), en su forma húmeda es tratada habitualmente mediante inyecciones intravítreas de fármacos antiangiogénicos (ranibizumab, bevacizumab) obteniéndose por lo general un beneficio terapéutico considerable. El factor de crecimiento vascular endotelial desempeña un papel fundamental en la patogenia de esta enfermedad y el bloqueo de esta proteína es el mecanismo de acción fundamental de los fármacos antiangiogénicos.

Aunque las inyecciones intraoculares de fármacos antiangiogénicos no suelen provocar efectos adversos graves, el mayor inconveniente de las mismas estriba en que pueden ser necesarias múltiples inyecciones con el coste elevado y las molestias para el paciente que ello conlleva.

Es bien conocido que en la génesis de la DMAE intervienen mecanismos inflamatorios. Ya os hemos comentado en otro blog cómo la susceptibilidad genética a padecer formas severas de DMAE viene condicionada en gran medida por los genes que codifican proteínas de la cascada del complemento, la cual está involucrada en los procesos inflamatorios.

Es lógico por lo tanto que se hayan buscado terapéuticas antiinflamatorias para la DMAE.

En la década pasada se publicaron numerosos estudios acerca de la utilidad de la inyección de corticosteroides (triamcinolona) sola o asociada a farmacos antiangiogénicos en el tratamiento de la DMAE. Aunque podían mostrar algún beneficio, este solía ser breve. Además presentaba con frecuencia afectos adversos severos (endoftalmitis y glaucoma ). Por ello han dejado de utilizarse en la actualidad.
Los antiinflamatorios no esteroideos (ketorolaco, diclofenaco, etc.) en su forma de administración en colirio han demostrado que alcanzan niveles terapéuticos en la retina y se ha demostrado su utilidad en el tratamiento del edema macular quístico secundario a cirugía de la catarata. Estos fármacos actúan mediante el bloqueo de la producción de prostaglandinas.

Recientemente se ha incorporado a nuestro vademécum un nuevo colirio de antiinflamatorio no esteroideo, el bromfenac. Dicho fármaco ha sido investigado (estudio en fase II) por la Dra. C.Flaxel y colaboradores (Retina, 2012) como coadyuvante de las inyecciones intraoculares de ranibizumab en el tratamiento de la DMAE húmeda.

Dichos investigadores, han encontrado, en un seguimiento de 12 meses, que los pacientes con DMAE a los que se les administraba 2 veces al día colirio de bromfenac asociado a las pautas habituales de inyecciones intraoculares presentaban al final del estudio menos edema macular (reducción de 81,56 micras) que aquellos que sólo se trataban con inyecciones intraoculares (reducción de 42,50 micras), siendo esta diferencia estadísticamente significativa.

Aunque no encontraron diferencias significativas en la agudeza visual o en el número de inyecciones requeridas, dada la buena tolerancia de este colirio, creemos que puede ocupar un lugar en el tratamiento de la DMAE. Esperamos fases más avanzadas de dicho ensayo clínico y con mayor número de pacientes que determinarán su utilidad.

Dicho colirio aparecerá en el mercado español en mayo de este año.

Publicado en: http://www.oftalmologiavirgendelmar.es/blogs/angel-nacle/2012/03/02/el-colirio-de-bromfenac-podria-ser-util-como-coadyuvante-en-el-tratamiento-de-la-degeneracion-macular-asociada-a-la-edad/
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sábado, 10 de marzo de 2012

La U738 CIBERER identifica un gen fuertemente asociado a la degeneración macular asociada a la edad





Investigadores de la U738 CIBERER, liderada por el doctor Santiago Rodríguez de Córdoba en el Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC), han identificado que el gen CFHR1 está fuertemente vinculado a la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Este descubrimiento, publicado en Investigative Ophthalmology & Visual Science, supone una valiosa herramienta de predicción del riesgo de padecer está enfermedad. El descubrimiento ha resultado en una solicitud de patente y en la comercialización de un ensayo para predecir la DMAE.


Publicado en: http://www.ciberer.es/index.php?option=com_content&task=view&id=841&Itemid=62



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jueves, 1 de marzo de 2012

La Sociedad Española de Retina y Vítreo reúne a más de 800 expertos en su XVI congreso anual en Valencia




(EUROPA PRESS) -

Más de 800 expertos, nacionales e internacionales, se reunirán en Valencia, durante los próximos días 2 y 3 de marzo, para debatir los últimos avances en la lucha contra la ceguera, en el marco del XVI Congreso Anual de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), según ha informado la organización en un comunicado.
El congreso será un "vivero de ideas" en el que oftalmólogos procedentes de Estados Unidos, Francia, Alemania, Israel y España intercambiarán experiencias e información sobre las enfermedades relacionadas con la retina (diabetes, degeneración macular asociada a la edad --DMAE-- y la miopía), cuyo "potencial crecimiento" entre la población de los países desarrollados es uno de los "principales retos" al que se enfrentan los especialistas.

Las ponencias que se presentarán en el congreso tienen como denominador común el diseño de la medicina del futuro y giran en torno a la bioingeniería, la modificación genética y terapia celular, que "abren nuevas vías de curación" para las enfermedades de la retina, principales causa de ceguera.

En el encuentro también se presentarán los últimos avances logrados con el uso de células madre y la implantación de microchips, actualmente en fase de investigación clínica, que permitirán recuperar parte de la visión en el plazo de unos años.

Entre los ponentes, más de una treintena, destacan personalidades como Francine Behar-Cohen, Alexander J. Brucker, Lucian V. del Priore, Peter K. Kaiser, Anat Loewenstein y Helmut G. Sachs.

UNA ENTIDAD MÉDICO-CIENTÍFICA

La Sociedad Española de Retina y Vítreo, una entidad médico-científica cuyo fin es promover el conocimiento de la retina para mejorar la salud visual de la población, cuenta con más de 500 oftalmólogos españoles integran.

Entre sus objetivos destaca también impulsar intercambios que permitan "ampliar, promover y actualizar" los estudios relacionados con la patología y la cirugía de la retina, coroides y vítreo. En concreto, la sociedad promueve la investigación, el intercambio de conocimiento y la formación, así como la difusión de nuevos métodos terapéuticos.

Publicado en: http://www.europapress.es/comunitat-valenciana/noticia-sociedad-espanola-retina-vitreo-reune-mas-800-expertos-xvi-congreso-anual-valencia-20120301120230.html
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domingo, 26 de febrero de 2012

Detectan genes de la degeneración macular




VIERNES, 24 de febrero (HealthDay News) -- Una investigación reciente ha identificado más de 50 genes que pueden predecir la degeneración macular asociada con la edad (DMAE), una de las principales causas de ceguera en todo el mundo.

Los ojos que sufrían de DMAE eran particularmente propensos a tener una expresión excesiva de 20 de estos genes, según investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB), la Universidad de Iowa y el Centro de los Ojos John Moran de la Universidad de Utah. La degeneración macular provoca la pérdida de la visión periférica, y puede llevar a la ceguera.

El estudio aparece en la revista Genome Medicine.

"Estos genes no solo pueden identificar a las personas con DMAE clínicamente reconocible y distinguir entre distintos tipos avanzados, sino que algunos parecen asociarse con las etapas preclínicas de la DMAE", aseguró en un comunicado de prensa de la revista el Dr. Monte Radeke, uno de los autores principales del estudio y científico asistente de investigación del Centro para el Estudio de la Degeneración Macular de la UCSB. "Esto sugiere que quizás tengan que ver con procesos claves que fomentan la enfermedad".

Los investigadores usaron un almacén de donantes de ojos humanos para identificar la diferencia en la expresión genética entre las persona con DMAE y las que tenían ojos normales. Hallaron que los genes que se expresan debajo y dentro de la retina, que se piensa tiene que ver con la respuesta inflamatoria e inmune y la curación de las heridas, presentaban una expresión excesiva en los ojos con DMAE.

Radeke dijo que una mejor comprensión de la base genética de la DMAE podría ayudar en la búsqueda de tratamientos, que actualmente son muy limitados.

"Ahora que conocemos la identidad y la función de muchos de los genes que tienen que ver con la enfermedad, podemos comenzar a buscar entre ellos para desarrollar nuevos métodos diagnósticos", enfatizo´. "[Y podemos buscar] nuevos objetivos para el desarrollo de tratamientos para todas las formas de DMAE".


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2011, HealthDay


Publicado en: http://salud.univision.com/es/ojos-y-visi%C3%B3n/detectan-genes-de-la-degeneraci%C3%B3n-macular
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sábado, 18 de febrero de 2012

Ranibizumab intraocular no es solución rápida de edema macular





NUEVA YORK (Reuters Health) -

Hasta dos años de inyecciones intraoculares de ranibizumab (Lucentis, de Genetech) son seguros en pacientes con oclusión de las venas retinianas, aunque al parecer no quitan el problema del edema macular, señalan investigadores.

"Cuando observamos por primera vez los grandes beneficios brindados por el ranibizumab en el estadio inicial de terapia, esperábamos lograr estabilidad a largo plazo suprimiendo el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) por seis meses a un año, tiempo suficiente para que se formen (vasos)colaterales", dijo el doctor Peter A. Campochiaro a Reuters Health.

"No obstante, pese a la formación de vasos colaterales, algunos pacientes aún tienen zonas de la retina que no están recibiendo suficiente flujo sanguíneo, haciendo que la producción continua de VEGF requiera inyecciones de ranibizumab para controlar el edema incluso tras dos años de tratamiento", agregó.

Lo más importante es que el ranibizumab revolucionó el tratamiento de las oclusiones de las venas retinianas y mejoró drásticamente los resultados visuales, "pero no es una solución rápida en muchos pacientes", dijo el autor.

Según Campochiaro, que publicó un informe en la edición en internet de la revista Ophthalmology, hay 180.000 nuevos casos de oclusión de las venas retinianas cada año en Estados Unidos.

"En muchos pacientes con oclusión de las venas retinianas, el edema macular es un problema crónico recurrente", dijo.

El equipo de Campochiaro, de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, en Baltimore, siguió a 205 pacientes que recibieron inyecciones placebo o de ranibizumab.

Campochiaro dijo que ahora está investigando "por qué los pacientes con oclusión de las venas retinianas aún producen altos niveles de VEGF muchos años después del bloqueo vascular original".

El estudio y la asistencia para la redacción del informe fueron financiados por Genentech. La empresa emplea a cinco de los siete autores del artículo.

FUENTE: Ophthalmology, online 2 de febrero del 2012
(Reuters)

Publicado en: http://noticias.lainformacion.com/salud/medicamentos/ranibizumab-intraocular-no-es-solucion-rapida-de-edema-macular_2nhjlbuof6NJW5twJTInB1/
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jueves, 26 de enero de 2012

Encontraron células madres en el ojo





Es conocida como epitelio pigmentario retiniano. Apoya a los fotorreceptores de la retina; sin ella, los fotorreceptores, y la visión, se pierden

Podrían utilizarse para tratar la degeneración macular

Un equipo de investigadores logró identificar células madre adultas del sistema nervioso central en la parte posterior del ojo.

Ahora, esta nueva investigación demuestra que el epitelio pigmentario retiniano (EPR), también alberga la capacidad de auto-renovación de células madre, que pueden producir cultivos de crecimiento activo bajo las condiciones adecuadas, y también pueden ser inducidas a formar otros tipos de células.

En el estudio, se colocó tejido tomado de EPR de cadáveres de 22 años de edad a cadáveres de 99 años de edad, en varias condiciones de cultivo.

Los investigadores observaron entonces una serie de condiciones de división celular -no todas las células de la EPR tienen este potencial regenerativo -aunque sí, al menos, un 10 por ciento de ellas.

Otros trabajos más detallados mostraron que estas células son pluripotentes, lo que significa que pueden formar diferentes tipos de células.

Otras implicaciones incluyen, por ejemplo, la capacidad de estas células para explicar enfermedades del ojo y su potencial para estimular la reparación controlada del ojo en millones de personas que sufren de degeneración macular relacionada con la edad.

Fuente: Agencia CTyS

Publicado en: http://www.rosario3.com/salud/noticias.aspx?idNot=105535



miércoles, 25 de enero de 2012

Las células madre embrionarias llegan a los primeros pacientes




Dos mujeres ciegas de EE.UU. reciben un tratamiento pionero

En un estudio que representa un hito en la investigación con células madre, dos mujeres ciegas de Estados Unidos se han convertido en las primeras pacientes del mundo en beneficiarse de un tratamiento basado en células embrionarias. Según resultados presentados ayer on line en la revista médica The Lancet, las pacientes han recuperado algo de visión y no han sufrido ningún efecto secundario relevante en los cuatro primeros meses después de recibir el tratamiento.

Los autores de la investigación reconocen que sólo dos pacientes y sólo cuatro meses de seguimiento no son suficientes para cantar victoria. Pero, si los beneficios se mantienen a largo plazo y se repiten en estudios más amplios, esperan que las células madre puedan convertirse en una terapia eficaz para frenar la causa de ceguera más común en los países desarrollados –la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) seca)


Descubiertas en 1998 las células madre embrionarias han alumbrado el campo de la medicina regenerativa, que aspira a crear tejidos sanos para sustituir a tejidos enfermos –por ejemplo, para curar la diabetes implantando tejidos productores de insulina–. Sin embargo, el uso de células embrionarias topó desde el principio con objeciones éticas por parte de sectores que identifican a los embriones con personas y con objeciones científicas por el riesgo de que las células derivadas de embriones pudieran originar tumores.

Tras haberse ensayado un tratamiento con células embrionarias con éxito en roedores, investigadores de la empresa Advanced Cell Technology y de la Universidad de California en Los Ángeles anunciaron ayer que han trasladado el avance a personas. El tratamiento se ha ensayado en dos enfermedades que afectan a la retina.
"El ojo es un órgano ideal para ensayar este tipo de terapia", explicó ayer Jordi Monés, especialista en DMAE y director del Institut de la Màcula i de la Retina ubicado en la clínica Teknon. El ojo tiene las ventajas de que podrían bastar pocas células para conseguir un tratamiento eficaz y de que es un órgano donde el riesgo de rechazo inmunitario parece ser bajo. Según Monés, "las células madre parecen tener un gran potencial para mejorar los tratamientos de las enfermedades de la retina".

Un estudio anterior liderado por la compañía estadounidense Geron había intentado tratar con células madre embrionarias a personas con lesiones medulares. Pero Geron anunció hace dos meses que abandonaba la investigación, por lo que el estudio presentado ahora es el primero que logra resultados alentadores con esta estrategia.
Las pacientes tratadas son una mujer con DMAE seca y otra con distrofia macular de Stargardt (la degeneración de la retina más común en edades tempranas). Las dos pacientes tenían la retina tan deteriorada que, pese a que podían percibir sombras, legalmente están consideradas como ciegas.

A partir de las células madre embrionarias, los investigadores han obtenido en el laboratorio un tipo de células propias de la retina y las han inyectado en las pacientes. Se las han inyectado sólo en un ojo para poder comparar los resultados con el otro ojo.
Los resultados indican que la enfermedad ha dejado de progresar en los ojos tratados de ambas pacientes, que han experimentado una ligera mejoría, aunque insuficiente para volver a ver con claridad. Dado que las enfermedades de ambas mujeres son degenerativas, "el próximo objetivo será tratar a los pacientes más pronto en el curso de la enfermedad", antes de que se produzca un deterioro grave de la retina, concluyen los investigadores en The Lancet.

Publicado en: http://www.lavanguardia.com/ciencia/20120124/54245781007/celulas-madre-embrionarias-primeros-pacientes.html
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domingo, 8 de enero de 2012

Sirolimús de uso ocular, seguro contra edema macular diabético





NUEVA YORK (Reuters Health)

- En un ensayo de Fase I, inyecciones subconjuntivales (SCJ) e intravítreas (IVT) de sirolimús para tratar el edema macular diabético fueron seguras y causaron una mínima exposición sistémica al fármaco.


El estudio, sobre 50 ojos, no halló niveles de toxicidad que limitaran las dosis y la mejor agudeza visual corregida (MAVC) y el espesor de la retina mejoraron con el tratamiento, según resumió el equipo de Pravin U. Dugel, de Retinal Consultants, en Arizona, Estados Unidos.

La fotocoagulación con láser es el tratamiento de primera elección para el edema macular diabético (EMD), que ocurre en hasta el 29 por ciento de los pacientes con diabetes tipo 1 ó 2 durante por lo menos 20 años, escribe el equipo de Dugel en la revista Ophthalmology.

De todos modos, el tratamiento con láser puede causar complicaciones, como escotoma paracentral y expansión de la cicatriz causada por el láser.

Mientras se probaron varias terapias para el EMD, "ninguna fue superior al láser en ensayos clínicos grandes y controlados".

El sirolimus sistémico, con sus fuertes efectos inmunosupresores y antiproliferativos, se utiliza ocasionalmente para tratar la uveítis refractaria, pero con efectos adversos preocupantes.

En el nuevo estudio, los autores probaron una nueva fórmula de sirolimus desarrollada por MacuSight Inc. para uso ocular. La empresa de California financió el estudio, participó en todas sus etapas e intervino en la preparación del artículo final.

El equipo evaluó el uso de las inyecciones SCJ en un solo ojo de 25 pacientes con dosis de hasta 1.760 mcg y de las inyecciones IVT de hasta 352 mcg en el resto de los participantes.

La mayoría de los pacientes desarrolló hiperemia, hemorragia o edema de la conjuntiva, lo que los investigadores atribuyeron a la inyección más que al fármaco.

Dos pacientes del grupo tratado con las inyecciones SCJ tuvieron efectos adversos posiblemente asociados con el fármaco. Uno desarrollo un edema moderado en la conjuntiva que desapareció a los 24 días, mientras que el otro sufrió una reducción de la MAVC que se superó a los 45 días.

En el otro grupo, un paciente desarrolló iritis moderada, que desapareció a los 90 días con gotas oftálmicas de acetato de prednisolona al 1 por ciento.

Según la escala del Estudio del Tratamiento Precoz de la Retinopatía Diabética, la agudeza visual promedio de los 50 pacientes aumentó 3 letras al séptimo día; 3,5 letras a los 14 días, y 4 letras a los 45 y 90 días. Ambos grupos mejoraron.

A los 14 días, se observó una reducción de 13 mcm del espesor del subcampo central. A los 90 días, la disminución alcanzó los 43,8 mcm.

"Estos resultados respaldan el desarrollo clínico continuo de la fórmula de sirolimus para pacientes con EMD y otras enfermedades oftalmológicas con una patogénesis en la que podría incluir la inhibición de la vía sensible al blanco de la rapamicina en mamíferos", concluye el equipo.

"Se espera que la seguridad y la potencial bioactividad del fármaco se conozcan mejor en estudios de Fase II", agregaron los autores.


FUENTE: Ophthalmology, enero del 2012
(Reuters)

Publicado en: http://noticias.lainformacion.com/salud/occidentales/sirolimus-de-uso-ocular-seguro-contra-edema-macular-diabetico_Z6gdKIckdEP6OYkRyRWq3/
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sábado, 7 de enero de 2012

Aflibercept para la Degeneración Macular Asociada a Edad Avanzada

Aflibercept para la Degeneración Macular Asociada a Edad Avanzada


La Degeneración Macular Asociada a Edad Avanzada afecta, según algunas estimaciones, a más de tres millones de personas en todo el mundo, siendo una de las principales causas de ceguera funcional en las sociedades desarrolladas con elevada esperanza de vida. La prevalencia de la enfermedad se duplica porcentualmente a partir de la sexta década de vida, en que afecta al 5% de la población. La maculopatía progresa mediante el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) que desde la membrana coroides atraviesan el epitelio pigmentario de la retina, afectando finalmente a la mácula, donde se reciben los impulsos lumínicos que el cerebro procesa con elevada resolución.

El desarrollo de fármacos contra el VEGF (Vascular Epithelial Growing Factor), acrónimo bajo el que se designa un conjunto de péptidos estrechamente relacionados, responsables del desarrollo de nuevos vasos sanguíneos, ha logrado frenar la progresión de la degeneración macular. El anticuerpo monoclonal Ranibizumab contra la isoforma VEGF-A se considera actualmente el tratamiento de elección.

Una nueva formulación galénica de Aflibercept (una compleja proteína de fusión), pendiente de comercialización (estudios fase III), denominada VEGF Trap-Eye, supondrá un avance en relación a Ranibizumab, al disminuir el número de inyecciones intravítreas, sin que ello suponga, previsiblemente, un incremento de la elevada carga presupuestaria asociada al tratamiento.

PALABRAS CLAVE.-

Degeneración macular, Aflibercetp, Ranibizumab, VEGF Trap-Eye, Regeneron Pharmaceuticals, maculopatía, angiogénesis.

INTRODUCCIÓN.-

Cuando usted ha comenzado a leer este artículo sus ojos se desplazan a lo largo de cada línea, aunque tal vez no sea consciente de ello. Intente fijar sus ojos en una palabra situada en el centro de cualquier línea del texto. Con los ojos fijos en esa palabra será capaz de leer el texto que se halle en un radio de unos 2cm aproximadamente, pero no las más alejadas. Será consciente de que existen palabras más allá de ese radio, pero no logrará verlas con la resolución que exige la lectura. Apenas el 1% de una imagen se recibe y procesa con alta resolución. El rápido movimiento de los ojos suple esta limitación. El área de interés (aquello que nuestro cerebro procesa con elevada resolución) se sitúa en una región del centro de la retina, que es la capa de células fotorreceptoras ubicada en la parte posterior del globo ocular (figura 1). Esta región, que hace factible la visión de alta resolución se denomina fóvea. La mácula es una pequeña área de la retina de unos 2mm de diámetro cuyo centro se sitúa en la fóvea.

El 99% restante de la retina se destina a la visión de baja resolución. La maculopatía y la degeneración posterior de esta pequeña área del centro de la retina lleva asociada una pérdida importante de agudeza visual. El resultado es la Degeneración Macular Asociada a la Edad, más conocida en la literatura científica por su acrónimo anglosajón: ARMD, Age-Related Macular Degeneration.

La luz penetra a través de la pupila, se focaliza en el cristalino, y activa las células fotorreceptoras de la retina (conos y bastones, en función de la forma de sus apéndices). Como todos recordamos, los bastones (o bastoncillos) se activan en condiciones de escasa iluminación, mientras los conos se activan con la luz intensa, siendo además responsables del discernimiento de los colores. Detrás de la retina se sitúa una lámina, denominada Epitelio Pigmentario de la Retina (nos referiremos en adelante por su acrónimo EPR), cuya trascendente función, de manera muy simplificada, es el drenaje de los subproductos del metabolismo de la retina. La degeneración macular asociada al envejecimiento va unido a una merma de las células del EPR, detectada mediante angiografía por fluoresceína. Entre el EPR y la membrana coroides existe, en condiciones normales, un espacio formado por proteínas extracelulares y polisacáridos, a la que se da el nombre de membrana de Bruch 1. En aproximadamente 1 de cada 10 pacientes con degeneración macular asociada al envejecimiento, se forman nuevos vasos sanguíneos que, partiendo de la coroides atraviesan el Epitelio Pigmentario de la Retina, llegando a la retina, causando un daño irreparable.

Durante el transcurso de la vida, las células del Epitelio Pigmentario de la Retina acumulan lipofuscina. Así mismo se forman drusas (depósitos cristalinos) debajo del Epitelio Pigmentario de la Retina. Tanto las drusas como la lipofuscina constituyen materiales de desecho provenientes de la degradación de los segmentos externos de las células fotorreceptoras de la retina. La maculopatía y la ulterior degeneración macular guardan relación con el aumento de drusas, que en ocasiones alcanzan suficiente tamaño para visualizarse con un oftalmoscopio.

Los estudios epidemiológicos han hecho posible establecer una sólida correlación entre Degeneración Macular con historia familiar de la enfermedad, tabaquismo y edad.

La prevalencia de la Degeneración Macular Asociada a Edad Avanzada se duplica porcentualmente cada década de vida a partir de los 60 años, cuando se estima que afecta a un 5% aproximadamente de la población, si bien en sus inicios suele tener una incidencia mínima sobre la visión funcional.

Aspectos genéticos.-

La historia familiar de la enfermedad constituye un importante factor de riesgo, conclusión que deriva del hecho de que la concordancia entre gemelos mellizos (univitelinos) es del 100%, mientras en gemelos fraternales (bivitelinos) la concordancia es algo inferior al 50%. Los estudios genéticos se enfrentan a dos problemas: de una parte los miembros demasiado jóvenes no desarrollan la enfermedad; y, por otro lado, la edad a la que se manifiestan los síntomas da lugar a que muchas personas hayan fallecido por otras causas antes de desarrollarla.

Es por ello que los estudios genéticos se llevan a cabo en otros modelos de enfermedad, sobre todo en la distrofia macular de Stargardt; y en menor medida en la “drusa familiar dominante”, la “distrofia macular viteliforme” y la enfermedad de Sorby.

METODOLOGÍA.-

Se revisa la información disponible sobre la formulación galénica de Aflibercept para la degeneración macular, así como los ensayos clínicos fases I, II y III (estos últimos todavía en curso).

Se valora las posibles ventajas de VEGF Trap-Eye en relación con la farmacoterapia disponible en la actualidad.

Factor de Crecimiento del Epitelio Vascular.-

La literatura científica se refiere a él por su acrónimo en inglés VEGF [Vascular Epithelial Growing Factor]. En el resto del artículo me referiré a él como VEGF.

VEGF engloba a un conjunto de proteínas muy relacionadas, de las que las más importantes son: VEGF-A, VEGF-B, VEGF-C, VEGF-D; así como los “factores de crecimiento plaquetario” isotipos 1 y 2. VEGF-A es la isoforma predominante.

En el ojo, los genes que codifican VEGF se expresan en diversas estirpes celulares, siendo las más importantes las siguientes: células del endotelio vascular, fibroblastos de la membrana coroidea, células del epitelio pigmentario de la retina y células inflamatorias que se acumulan en ambientes con baja tensión de oxígeno (condiciones de hipoxia).

Las concentraciones de VEGF en sangre son exiguas. La degeneración macular eleva las concentraciones de VEGF, tanto en animales con degeneración macular inducida experimentalmente (2,3), como en humanos con degeneración macular asociada a edad avanzada (4, 5, 6). Los antagonistas del receptor para VEGF inhiben la permeabilidad vascular y la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis).

Angiogénesis.-

Dentro del concepto angiogénesis se incluyen diversos procesos (migración de células endoteliales, proteólisis extracelular y remodelación de los vasos sanguíneos), encaminados a la neovascularización. Se han identificado diversas sustancias (factores) que se hallan involucradas en el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos: “Factor de crecimiento del epitelio vascular” (VEGF), mencionado en el epígrafe previo, [con cuatro isoformas, A, B. C y D], “factor de crecimiento transformante-ß” (TGFß), “factor de crecimiento de los fibroblastos” (FGF) y el “factor de crecimiento plaquetario” (PDGF).

El VEGF, referido a veces en la literatura científica como vasculotropina, es un péptido con capacidad de inducir la mitosis en las células del endotelio de vasos sanguíneos. Experimentos in vivo han mostrado que VEGF aumenta la permeabilidad vascular y la angiogénesis 7.

TGFß es una citoquina involucrada en la proliferación celular y la formación de nueva matriz extracelular 8.

FGF (Fibroblast Growing Factor) contribuye al proceso de neovascularización ocular (9, 10).

PDGF (Platelets Derived Growing Factor) es muy quimiotáctico hacia el Epitelio Pigmentario de la Retina 11, estimulando la proliferación vascular intraocular 12.

Las células del Epitelio Pigmentario de la Retina en cultivo sintetizan todos los factores de crecimiento antes mencionados 13.

Varias investigaciones recientes han mostrado un incremento de los niveles de VEGF, FGF y TGFß en membranas neovasculares extirpadas quirúrgicamente provenientes de ojos con Degeneración Macular asociada a Edad Avanzada 14. Pero no se ha logrado determinar, de modo indubitado, si estos factores desencadenan el proceso de neovascularización o son secundarios a la formación de nuevos vasos sanguíneos.

Consideraciones químico-galénicas.-

Aflibercept, cuando se formula para uso oftalmológico se denomina VEGF Trap-Eye. Ambos tienen idéntica estructura molecular, diferenciándose tanto en su galénica como en el grado de purificación.

Aflibercept (y su versión oftalmológica VEGF Trap-Eye) se fabrican a partir de células de ovario de hamster chino manipuladas para sintetizar masivamente la proteína de fusión (ver representación de su estructura). El preparado VEGF-Trap-Eye es sometido a mayor grado de purificación que Aflibercept (la versión para uso en oncología) debido a las exigencias de la inyección intraocular (intravítrea).

Además las dosis de las preparaciones para uso oncológico (Aflibercept) y oftalmológico (VEGF Trap-Eye) son muy distintas: con Aflibercept se prescribe a razón de 4mg/Kg, 2 semanas (o alternativamente: 6mg/Kg, 3 semanas), lo que corresponde a una dosis semanal de 2mg/Kg; mientras VEGF Trap-Eye se administra a una dosis de 2mg/mes, esto es la dosis oncológica es 280 veces superior a la dosis oftalmológica.

Los intentos de tratar la Degeneración Macular Asociada a Edad Avanzada con la formulación intravenosa (Aflibercetp) no han dado resultados.

VEGF Trap-Eye 15 es una proteína de fusión de los dominios proteicos 2 y 3 de los VEGFR-1 y VEGFR-2 con el fragmento constante (FC) de la inmunoglobulina G (IgG) (VEGFR: Vascular Epithelial Growing Factor Receptor, es el receptor para la proteína de crecimiento del epitelio vascular, VEGF, de su acrónimo en inglés, Vascular Epithelial Growing Factor) (Figuras 2 y 3).

Desde un punto de vista funcional, VEGF Trap-Eye actúa como un sosia farmacológico para todas las isoenzimas del VEGF (A, B, C y D), uniéndose a su receptor (VEGFR) con más afinidad que los ligandos fisiológicos. Además, VEFG Trap-Eye también inhibe los factores de crecimiento placentario tipos 1 y 2 16.

Metabolismo.-

Siguiendo la administración sistémica, Aflibercept se elimina a través de dos vías: uniéndose de modo irreversible, con los receptores para el VEGF, lo que da lugar a un complejo inactivo; y formando un complejo con el receptor para el fragmento constante (FC) de la IgG que es parte de la compleja proteína de fusión que es el VEGF Trap-Eye. Este segundo mecanismo de eliminación es el mismo por el que se metabolizan los anticuerpos.

No hay datos acerca de la vida media de eliminación (T½) intravítrea del VEGF Trap-Eye (la formulación oftalmológica de Aflibercept), si bien experimentos en primates han estimado una T½ de Ranibizumab (otro antagonista del VEGF) de aproximadamente 3 días 17.

El aclaramiento de Aflibercept desde la circulación sistémica (tras administración intravenosa) es muy rápido, resultado de su unión con el VEGF circulante, en el rango picomolar de concentraciones de Aflibercept 18.

Consideraciones acerca de la industria farmacéutica 19.-

VEGF Trap-Eye supondrá para su fabricante, Regeneron Pharmaceuticals, una importante fuente de ingresos, tras varios fracasos durante los últimos 21 años, siendo el más significativo el desarrollo de tratamientos para la enfermedad de Lou Gehrig 40.

Tras muchos años de investigación, Regeneron consiguió su primera autorización por parte de la FDA norteamericana con su fármaco Arcalyst® (Rilonacept) para el tratamiento de una extraña enfermedad denominada “síndrome periódico asociado con criopirina”. Las ventas con Arcalyst® durante los primeros nueve meses de 2011 han sido de 14 millones de $.

Según estimaciones financieras, las ventas con Eylea® (nombre registrado de VEGF Trap-Eye) se prevé alcancen cientos de millones de dólares, valoración que se ha realizado teniendo en cuenta que Genentech (la empresa biotecnológica perteneciente a Roche) facturó con Lucentis® (Ranibizumab) 1,5 billones de dólares durante el último ejercicio fiscal.

Regeneron Pharmaceuticals tiene actualmente otras dos solicitudes pendientes de aprobación por la FDA norteamericana: Zaltrap® (Aflibercept) – el mismo principio activo que VEGF Trap-Eye – pero para el tratamiento del cáncer colorrectal; y Arcalyst® (Rilonacept), antes citado, pero esta vez para el tratamiento de la artritis de origen gotoso.

RESULTADOS DE LOS ENSAYOS CLÍNICOS.-

Estudios clínicos fase I.-

Un primer estudio 20 planteó usar la formulación intravenosa (Aflibercept) para el tratamiento de la degeneración macular asociada a edad. El estudio, que siguió los presupuestos habituales (distribución aleatoria de pacientes, doble-ocultación, controlado frente a placebo) solo se pudo concluir en 25 pacientes, debido al desarrollo de toxicidad dosis-dependiente. Se desarrolló hipertensión en un paciente; y proteinuria en otro. No obstante, se logró poner en evidencia que la disminución del grosor de la retina guardaba relación con la dosis administrada.

El estudio fase I más importante fue el conocido por el acrónimo CLEAR-IT-1 (CLinical Evaluation of anti-Angiogenesis in the Retina Item-1), que fue desarrollado en dos fases. Los objetivos del ensayo CLEAR-IT-1 eran estudiar la seguridad, tolerancia y actividad biológica de la formulación galénica VEGF Trap-Eye. Téngase en cuenta que es un estudio fase I.

En la primera parte del estudio CLEAR-IT-1 21 se involucró a 21 pacientes, valorándose la seguridad y el grosor de la fóvea ocular (mediante la tomografía de coherencia ocular, OCT). Siguiendo una inyección intravítrea, la evaluación se llevó a cabo una vez transcurridas 6 semanas. En el 95% de los pacientes, la agudeza visual corregida se mantuvo o mejoró =3 líneas 22; y el grosor de la fóvea disminuyó de manera discernible 23. No se notificaron efectos adversos oftalmológicos ni sistémicos.

En la segunda parte del estudio CLEAR-IT-1 24 se distribuyeron, de manera aleatoria, en dos grupos a un total de 30 pacientes, administrándose VEGF Trap-Eye por vía intravítrea en dosis de 0,5mg (1er grupo) y 4mg (2º grupo). La evaluación de los pacientes se llevó a cabo transcurridas 8 semanas desde la inyección (esto es, 2 semanas más tarde que en la primera parte del estudio CLEAR-IT-1). Las conclusiones más significativas fueron las siguientes: transcurridas 8 semanas desde la inyección intravítrea de VEGF Trap-Eye, la disminución del grosor de la retina fue de 63,7mcm (brazo del estudio con la dosis de 0,5mg) versus 175mcg (brazo del estudio que fue tratado con 4mg); de los 24 pacientes que concluyeron el ensayo, 11 de los 12 que fueron tratados con la dosis de 0,5mg precisaron una nueva dosis a los 64 días de la primera, en relación con 4 de los 12 pacientes que recibieron la dosis de 4mg (2ª dosis a los 69 días, como promedio).

VEGF Trap-Eye se ha ensayado en 5 pacientes con edema macular de tipo diabético 25. A pesar de que el número de pacientes no permite extrapolar los resultados, se observó una disminución del grosor de la mácula de 79mcm (promedio), determinado por tomografía de coherencia ocular; así como una mejora temporal de la agudeza visual.

Estudios clínicos fase II.-

El estudio en fase I (CLEAR-IT-1) continuó con otro ensayo clínico en fase II (CLEAR-IT-2) 26, en el cual 157 pacientes (edad promedio: 78,2 años) fueron distribuidos de manera aleatoria en varios grupos de tratamiento. Este estudio (CLEAR-IT-2) fue multicéntrico y prospectivo. Su objetivo era determinar las dosis y la frecuencia de administración. Se establecieron 5 grupos de tratamiento:

VEGF Trap-Eye: 0,5mg / mes, durante un trimestre (total: 3 dosis)
VEGF Trap-Eye: 2,0mg / mes, durante un trimestre (total: 3 dosis)
VEGF Trap-Eye: 0,5mg/trimestre (total: 2 dosis, semana 0 y 12ª)
VEGF Trap-Eye: 2,0mg/trimestre (total: 2 dosis, semana 0 y 12ª)
VEGF Trap-Eye: 4,0mg/trimestre (total: 2 dosis, semana 0 y 12ª)
Terminada esta primera fase, todos los pacientes continuaban su tratamiento según criterio “si precisa” (p r n: pro re nata), a la dosis habitual. Los criterios para re-tratamiento incluían los siguientes:

Aumento del grosor de la retina =100mcm (determinado por tomografía de coherencia ocular).
Pérdida de =5 letras unido a derrame (determinado por tomografía de coherencia ocular).
Desarrollo de nueva revascularización y/o hemorragia de la retina.
Resultados:

Los pacientes de los dos primeros grupos (dosis mensuales de 2,0mg y 0,5mg) lograron una mejora de agudeza visual de 9,0 (p<0,0001) y 5,4 (p<0,085) según puntuación de ETDRS (Early Treatment of Diabetic Retinopathy Study), con una ganancia =15 letras ETDRS en el 29% y 19% de los pacientes (dosis de 2,0mg y 0,5mg, respectivamente).

Transcurrido el primer trimestre (donde los grupos 1 y 2 recibían inyecciones mensuales), los pacientes del grupo 1 (0,5mg) precisaron 2,5 inyecciones más (promedio); mientras que los del grupo 2 (2,0mg) requirieron como promedio 1,6 inyecciones.

El tiempo promedio para la primera re-inyección fue de 110 días. El 19% de los pacientes no precisó más inyecciones al cabo de casi un año (a la semana quincuagésimo segunda).

La disminución del grosor de la retina determinado por OCT en la semana quincuagésimo segunda, en relación al valor basal (antes de iniciarse el estudio) fue en los dos primeros grupos de tratamiento de: 143mcm (p<0,0001) en el grupo de 2,0mg, y de 125mcm (p<0,0001) en el grupo de 0,5mg.

Los pacientes de los grupos 3, 4 y 5 (que recibieron inyecciones trimestrales) obtuvieron también resultados favorables, pero no comparables con los grupos 1 y 2, con administraciones mensuales al principio del tratamiento.

Estudios clínicos fase III.-

Se ha planteado un estudio clínico en dos fases, denominado VIEW (VEGF Trap Investigation of Efficacy and safety in Wet age-related macular degeneration) 27. En la primera fase del estudio (VIEW-1) se han incluido 1.200 pacientes de Estados Unidos y Canadá. El estudio se ha planteado bajo criterios de “no-inferioridad” frente a Ranibizumab (Lucentis®). Incluye dos grupos de tratamiento con VEGF Trap-Eye y un grupo control:

1er grupo: 0,5mg / 4 semanas
2º grupo: 2,0mg/ 4 semanas, hasta totalizar 3 dosis; seguido por 2,0mg/2 meses
grupo control: Ranibizumab (Lucentis®): 0,5mg/ 4 semanas.
Tras el primer año de seguimiento, los pacientes entran en un segundo año de tratamiento según criterios p r n (si precisa).

El segundo estudio (VIEW-2) tiene un diseño similar, pero incluye a pacientes de Europa, Japón, algunos países del Pacífico y Sudamérica.

En ambos estudios (VIEW-1 y VIEW-2) el punto de evaluación será el mantenimiento de la visión en la semana quincuagésimo segunda, definiendo “mantenimiento de la visión” como una pérdida < 15 según criterio ETDRS (Early Treatment of Diabetic Retinopathy Study).

Se puede seguir el estado de estos estudios en la página web: www.ClinicalTrials.gov

Información preliminar sobre tolerancia del VEGF Trap-Eye.-

La información disponible procede del ensayo clínico fase II CLEAR-IT2, antes comentado (ver Estudios clínicos fase II). Los que se han notificado hasta el momento, junto con su incidencia en términos porcentuales son los siguientes 28:

Hemorragia de la conjuntiva: 38,2%
Elevación transitoria de la presión intraocular: 18,5%
Problemas de refracción: 15,9%
Hemorragia de la retina: 14,6%
Pérdida de agudeza visual (a criterio del paciente, por lo tanto subjetiva): 13,4%
Desprendimiento del vítreo: 11,5%
Dolor ocular: 9,6%
DISCUSIÓN

Pegabtanib fue el primer fármaco que abrió la senda del tratamiento farmacológico de la Degeneración Macular Asociada a Edad Avanzada. Se trata de un aptámero de ARN para la isoforma VEGF-165 29, cuya influencia en la angiogénesis, que convierte la maculopatía en degeneración macular, es, hoy se sabe, bastante limitada. Este hecho, unido a la aparición de mejores opciones terapéuticas, ha conducido a su retirada en numerosos países.

Bevacizumab (Avastin®) está indicado en la terapia oncológica, si bien una revisión de su eficacia en el tratamiento del cáncer de mama ha conducido a su retirada en algunos países. Su empleo por vía sistémica para el tratamiento de la Degeneración Macular se desechó debido a los efectos adversos. Su empleo por vía intravítrea 30 no está autorizado, si bien algunos oftalmólogos lo usan por razones estrictamente económicas, dado que la alternativa disponible cuando se redacta este artículo (diciembre, 2011) es Ranibizumab, mucho más costoso. Ambos anticuerpos monoclonales (Bevacizumab y Ranibizumab) han sido desarrollados por Genentech, perteneciente a la multinacional farmacéutica Roche Ltd.

La FDA (Food and Drug Administration) norteamericana autorizó en el año 2006 Ranibizumab (Lucentis®) para el tratamiento de las dos formas de Degeneración Macular Asociada a Edad Avanzada, la forma húmeda (exudativa) y la forma seca (no exudativa). La decisión de la FDA se basó en los resultados de dos estudios clínicos fundamentales (“pivotales” en el argot estadístico): MARINA 31 y ANCHOR 32. Ranibizumab es un anticuerpo monoclonal (el sufijo –mab, del inglés: monoclonal antibody) con elevada afinidad por el isotipo VEGF-A.

Se han llevado a cabo varios estudios clínicos para valorar la eficacia de Ranibizumab espaciando las inyecciones intravítreas más allá de un mes, tras un período inicial de tratamiento mensual durante el primer trimestre. Los dos estudios más importantes, conocidos con los acrónimos PIER y PrONTO, han llegado a la siguiente conclusión: si bien la administración trimestral (estudio PIER) o p r n (pro re nata) (estudio PrONTO) resultan eficaces para el paciente (determinadas por tomografía de coherencia ocular, angiografía por fluoresceína o valorando el número de líneas que el paciente deja de leer), los resultados de una administración menos frecuente que la mensual dan lugar a resultados relativamente pobres.

Así pues, la investigación de nuevos medicamentos para la Degeneración Macular Asociada a Edad Avanzada va dirigida a obtener fármacos más eficaces y con duración de acción más prolongada. Una de las líneas de investigación más prometedoras es interferir con la ruta de señalización celular 33 que se activa tras la unión de VEGF con su receptor (VEGFR). Vatalanib ha completado los ensayos clínicos fase I y II 34. Su indicación se prevé como tratamiento adyuvante a la terapia fotodinámica y Ranibizumab. Otros productos: Pazopanib 35 y TG100801 36 interfieren con la tirosina-quinasa (una trascendental ruta de señalización celular). Estos productos se encuentran en el estadio de ensayos clínicos fase II.

Todavía más: una novedosa técnica usa la técnica del ARN de interferencia 37. Bevasiranib, es un fragmento de ARNs,i (ARN de interferencia silente) que “silencia” el ARN maduro que actúa como patrón para la síntesis de diversos factores angiogénicos. Los ensayos clínicos en las fases I y II resultaron estimulantes 38; pero el ensayo clínico fase III fue interrumpido (marzo, 2009) porque no se logró determinar un “punto final” del estudio.

Finalmente (por ahora) un nuevo producto que, mediante un vector (un adenovirus) liberaría un inhibidor del gen que codifica PEDF (Pigment Epithelium-Derived Factor), un poderoso péptido represor de la angiogénesis. Este sofisticado producto acaba de concluir los ensayos clínicos fase I 39.

El abordaje terapéutico de la Degeneración Macular Asociada a Edad Avanzada con medicamentos contra el Factor de Crecimiento del Epitelio Vascular (fármacos anti-VEGF) ha representado un notable paso adelante en la farmacología, en términos de eficacia y seguridad.

Los estudios clínicos MARINA y ANCHOR han mostrado, sin lugar a dudas, que Ranibizumab (Lucentis®), administrado con periodicidad mensual, logra detener la degeneración de la mácula en alrededor del 94% de los pacientes; observándose una mejoría subjetiva (aumento de líneas de lectura) en casi un 40% de ellos.

Como he comentado bajo el epígrafe anterior, los estudios PIER y PrONTO han puesto en evidencia que los resultados con Ranibizumab administrado con una frecuencia superior a la mensual, consigue resultados relativamente pobres.

La preparación oftalmológica de Aflibercept denominada VEGF Trap-Eye, patentada con el nombre de fantasía de Eylea®, muestra una afinidad superior por VEGF-A que otros medicamentos anti-VEGF (Bevacizumab y Ranibizumab), bloqueando también los “Factores de Crecimiento Placentario” 1 y 2.

VEGF Trap-Eye, será probablemente aceptado en la práctica clínica si consigue una posología más cómoda de tratamiento, una vez superada la fase inicial de inyecciones mensuales; y si el precio no es superior a Ranibizumab (Lucentis®). Los primeros resultados parecen confirmarlo. Y el fabricante, Regeneron Pharmaceuticals, se ha comprometido a que su precio de venta no sea superior al que, a fecha de hoy, es el fármaco “princeps” para el tratamiento de la Degeneración Macular Asociada a Edad Avanzada.



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