viernes, 17 de agosto de 2012
Relación entre cataratas y degeneración macular asociada con la edad
Análisis de asociaciones entre cataratas, cirugía de cataratas y degeneración macular asociada con la edad en un periodo de 20 años.
Dres. Barbara E.K. Klein, Kerri P. Howard, Kristine E. Lee, Sudha K. Iyengar, Theru A. Sivakumaran, Ronald Klein.
La degeneración macular asociada con la edad (DMAE) está aumentando su prevalencia al aumentar la expectativa de vida en todo el mundo. A pesar de que existen tratamientos efectivos para la DMAE neovascular, son caros y requieren la aplicación de inyecciones intravítreo con cierto costo y riesgos. Actualmente no existe un tratamiento eficaz para la DMAE atrófica.
Las cataratas son la patología oftalmológica más común en el mundo y es causa significativa de discapacidad visual y ceguera. La cirugía de catarata mejora la función visual con importante satisfacción con los resultados por parte de los pacientes.
Las cataratas por edad y la DMAE muchas veces suceden al mismo tiempo, ya que ambos problemas están relacionados con la edad avanzada. Ni el Proyecto sobre discapacidad visual, ni el Estudio de patologías oculares asociadas con la edad encontraron una asociación entre la cirugía de cataratas y la progresión de la DMAE. Las cataratas en línea de base estuvieron asociadas con incidencia de DMAE temprana en los datos de 10 años en el estudio BDES. Chakravarthy et al informaron un incremento del riesgo de DMAE asociado con cirugía de cataratas previa. Sin embargo, ni las cataratas, ni la cirugía de cataratas estuvo asociada con DMAE en ningún estadío en el Estudio de ojos de Beijing. Por lo tanto no existe un consenso al respecto. La finalidad del presente estudio fue dilucidar dicha relación en el contexto del Estudio de ojos Beaver Dam (BDES), un estudio en marcha, a largo plazo de las afecciones oculares asociadas con la edad, con un seguimiento de 20 años.
Pacientes y métodos:
En el examen de línea de base participaron personas entre 43 y 86 años, en 1988-1990. Los participantes tuvieron un seguimiento cada cinco años. El examen de seguimiento consistió en examen oftalmológico, fotografías de fondo de ojo, historia clínica, presión sanguínea, altura y peso. Cada vez se calcularon las variables de riesgo actualizadas e incidencia de DMAE inicial y tardía. Se estimó el cociente de probabilidades utilizando regresión logística y diversas ecuaciones.
Después de efectuar ajustes por edad y sexo, ni las cataratas ni la cirugía de cataratas estuvo asociada con aumento de la probabilidad de desarrollar DMAE temprana. El conciente de probabilidades no se vio seriamente afectado al ajustar por alto riesgo genético y otros posibles factores de riesgo. Sin embargo, la cirugía de cataratas estuvo asociada con la incidencia de DMAE tardía (cociente de probabilidad 1,93). Dicho cociente de probabilidad no se vio alterado al ajustar por alelos de alto riesgo (CFH Y402H, ARMS2) u otros factores de riesgo. El cociente de probabilidad de DMAE tardía fue mayor para las cirugías de cataratas realizadas cinco años antes o más y menor en las realizadas en menos de 5 años.
Se encontraron pruebas sólidas de que la cirugía de catarata está relacionada con una mayor probabilidad de incidencia de DMAE tardía. El efecto estuvo presente cuando se incluyeron todos los participantes en riesgo de desarrollar DMAE tardía al principio de un intervalo de cinco años. Sin embargo, observamos en el pasado que la mayor gravedad de la DMAE temprana al principio de un intervalo está asociada con mayor probabilidad de desarrollar DMAE tardía al final de dicho periodo. Sin embargo, esto indica que la cirugía de cataratas puede ser un factor de riesgo más importante en aquellos que ya tienen un riesgo relativamente elevado de DMAE tardía. Descubrimos que cuanto más tiempo pasaba desde la cirugía de cataratas, mayores eran las probabilidades de incidencia de DMAE tardía. No obstante, cuando comparamos el plazo mayor (= 5 años) con el menor (< 5 años), las probabilidades no eran muy diferentes. Una mayor cantidad de casos podría hacer que las probabilidades sean significativamente distintas.
No vimos que aumentara la probabilidad de DMAE temprana con las cataratas, como observáramos en una publicación anterior con menos seguimiento. Esto pudo deberse a que en dicho artículo utilizamos el ojo más seriamente afectado para el análisis. Otra razón puede ser la utilización de métodos de análisis diferentes.
Los resultados del presente estudio deberán ser observados con cautela. En primer lugar existe la posibilidad de que la mortalidad haya afectado dichos resultados, ya que puede estar asociada a los factores de riesgo y resultados analizados. No está claro si las cataratas y la cirugía de cataratas por si mismas son biomarcadores significativos de envejecimiento, de manera que la supervivencia selectiva pudiese alterar los resultados obtenidos. En caso de que esto sea así, podríamos haber subestimado la relación entre las cataratas y la DMAE tardía. Una muestra más numerosa y con un seguimiento a más largo plazo podría aportar más pruebas sobre la asociación entre ambas patologías. Asimismo, se excluyeron de este estudio aquellos que ya tenían DMAE. También observamos que los excluidos tenían más probabilidades de haber sido operados de cataratas. Es posible que esto también nos haya hecho subestimar la relación entre cataratas, extracción de cataratas y DMAE tardía.
La mayoría de los participantes con cirugía de cataratas recibieron implante de lentes intraoculares, por lo que no pudimos analizar la posibilidad de distintos efectos entre afaquia e implante de lentes sobre la DMAE. Tampoco pudimos estudiar el efecto de distintos tipos de lentes intraoculares o técnicas quirúrgicas.
Como conclusión, hallamos un efecto sustancial de la cirugía de cataratas sobre la incidencia de DMAE tardía. Este descubrimiento se obtuvo sobre la base de pruebas pasadas. Además, los datos del presente estudio indican que el tiempo pasado desde la cirugía aumenta el riesgo. Si se replican estos resultados en otros estudios de manera significativa, esto implicaría que la cirugía de cataratas debería posponerse todo lo posible mientras la visión del paciente sea aceptable, para aquellos que tienen mayor riesgo de desarrollar DMAE tardía.
Conclusiones:
Los datos obtenidos sirven para probar una asociación entre la cirugía de cataratas y la DMAE tardía, independiente de otros factores de riesgo, incluyendo alto riesgo genético y señalan la importancia de tener esto en cuenta al asesorar a los pacientes con respecto a la cirugía de cataratas. Esto debería servir de incentivo para investigar la forma de prevenir o retardar el desarrollo de cataratas.
? Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsible de Intramed en la especialidad de oftalmología.
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Publicado en: http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=76980
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Etiquetas:
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