viernes, 15 de septiembre de 2017

Investigadores identifican potenciales biomarcadores para la degeneración macular asociada a la edad


Los pacientes con cualquier etapa de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) llevan signos de la enfermedad en su sangre que se puede encontrar a través de pruebas de laboratorio especiales, según un nuevo estudio dirigido por investigadores especialistas en esta patología con sede en 'Massachusetts Eye and Ear', en Estados Unidos.

MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

El trabajo, publicado en la edición digital de 'Ophtalmology', describe una nueva técnica conocida como "metabolómica", que puede identificar los perfiles sanguíneos asociados con la DMAE --la principal causa de ceguera en adultos en los países desarrollados-- y su nivel de gravedad.
Estos potenciales biomarcadores de lípidos en el plasma sanguíneo humano pueden llevar a un diagnóstico precoz, una mejor información pronóstica y un tratamiento más preciso de los pacientes con DMAE, así como nuevos objetivos potenciales para el tratamiento de la enfermedad.
"Con la metabolómica, podemos identificar los perfiles sanguíneos asociados con la DMAE y su gravedad a través de pruebas de laboratorio", afirma Joan W. Miller, jefa de Oftalmología en 'Mass. Eye and Ear' y el Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, y catedrática de Oftalmología y profesora de Oftalmología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, también en Estados Unidos.
"Debido a que los signos y síntomas de la fase temprana de la DMAE son muy sutiles, con los síntomas visuales sólo siendo evidentes en etapas más avanzadas de la enfermedad, la identificación de biomarcadores en el plasma sanguíneo humano puede permitirnos comprender mejor las etapas tempranas e intermedias de la DMAE, es posible intervenir antes, y en última instancia, proporcionar una mejor atención", añade.
La DMAE es la principal causa de ceguera en personas mayores de 50 años en los países desarrollados y su prevalencia se espera que aumente junto con el envejecimiento global de la población. Aunque se han identificado factores de riesgo genéticos y de estilo de vida, como la dieta y el hábito de fumar, el campo carece actualmente de medidas fiables para identificar a los pacientes que pueden estar en riesgo de desarrollar DMAE, incluyendo aquellos que pueden llegar a las formas avanzadas y cegadoras de la enfermedad.

DISTINTOS PERFILES SANGUÍNEOS POR ETAPAS DE LA ENFERMEDAD

"El estudio utilizó una técnica conocida como metabolómica, o el estudio de las partículas minúsculas llamadas metabolitos, en nuestro cuerpo que reflejan nuestros genes y el medio ambiente --explica el primer autor Inés Lains, investigadora de 'Mass. Eye and Ear'--. Se cree que el metaboloma --el conjunto de metabolitos presentes en un individuo-- representa estrechamente el verdadero estado funcional de enfermedades complejas, por lo que se utilizó a la hora de analizar 90 muestras de sangre obtenidas de participantes del estudio con todas las etapas de la DMAE (30 con enfermedad en estadio temprano, 30 con estadio intermedio y 30 con estadio tardío) y 30 muestras de pacientes sin DMAE".
El análisis de los datos de metabolómica se realizó en colaboración con el doctor Lasky-Su y sus colegas en la División de Channing de la Red de Medicina del Hospital Brigham y de la Mujer, en Estados Unidos. Su enfoque reveló 87 metabolitos, o pequeñas moléculas en la sangre, que fueron significativamente diferentes entre los sujetos con DMAE y los que no.
Además, los investigadores observaron diferentes características entre los perfiles sanguíneos de cada etapa de la enfermedad. Esta información tiene el potencial de mejorar los diagnósticos anteriores para los pacientes con DMAE y, en última instancia, puede conducir a más opciones de tratamiento, así como un tratamiento personalizado para las etapas más tempranas de la enfermedad.
De las 87 moléculas identificadas a través de la metabolómica en el estudio que se asocian con DMAE, la mayoría pertenecía a la vía lipídica. De hecho, seis de los siete metabolitos más significativos identificados fueron lípidos. La investigación anterior ha sugerido que los lípidos pueden estar implicados en el desarrollo de DMAE, aunque el papel exacto de lípidos en el proceso de la enfermedad sigue siendo confuso. Los resultados de este trabajo apoyan esta sugerencia, además de indicar que los perfiles metabolómicos pueden proporcionar nuevos conocimientos sobre la relación entre los lípidos y la DMAE.
"Creemos que este trabajo ayudará a lanzar la era de la medicina personalizada en el tratamiento de la DMAE", afirma la autora de esta investigación Deeba Husain, especialista en retina en 'Mass. Eye and Ear' y profesora asociada de Oftalmología y codirectora del Centro de Excelencia sobra DMAE en la Escuela de Medicina de Harvard.




sábado, 1 de julio de 2017

¿Cómo afecta la dieta a la degeneración macular?

 


  • AULA DEL ACEITE DE OLIVA VIRGEN | DIETA MEDITERRÁNEA

  • El profesor Gaforio reflexiona en su artículo sobre las posibilidades que ofrece una alimentación adecuada para prevenir determinadas enfermedades, tal y cómo recogen investigaciones científicas
  • JOSÉ J. GAFORIO | JAÉN

8 junio 2017

Las evidencias que demuestran el impacto que tiene la dieta sobre la salud son cada día mayores. No solo hay que considerar su importancia en la prevención de determinadas enfermedades, también en el papel que puede desarrollar en mitigar su sintomatología, una vez que ya han aparecido. Hoy quiero referirme a un estudio que me parece interesante y que tiene que ver con la degeneración macular relacionada con la edad, que es la principal causa de ceguera en adultos mayores de 50 años.

Esta enfermedad ocular va alterando lentamente la visión central lo que, por ejemplo, dificulta la lectura y la visualización de detalles finos. Es más frecuente en mujeres y en individuos de raza blanca, además, tanto el hábito de fumar como la hipertensión arterial son factores de riesgo. El origen de esta enfermedad no es bien conocido, aunque se ha descrito que hay un componente inflamatorio subyacente. La dieta está también relacionada con esta enfermedad, de tal forma que, una dieta poco saludable y rica en grasas podría favorecer su aparición, mientras que, se recomienda el consumo de una dieta rica en alimentos de origen vegetal. Ciertas vitaminas y antioxidantes se consideran muy beneficiosos.

Un reciente estudio, vuelve a relacionar esta enfermedad con la dieta, aunque de una forma novedosa. Los resultados del estudio se han publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America' (PNAS) y su título es: 'Involvement of a gut-retina axis in protection against dietary glycemia-induced age-related macular degeneration'.

La conclusión de este estudio es que las dietas ricas en carbohidratos de alto índice glucémico producen alteraciones compatibles con esta patología.
Estos carbohidratos producen un aumento rápido de azúcares en sangre al ser ingeridos. Un resultado muy interesante es que, cuando esta dieta se sustituye por otra compuesta por carbohidratos de bajo índice glucémico, se reparaban los daños ocasionados anteriormente.

Aunque esta investigación se ha realizado en ratones, los autores sugieren que una intervención dietética basada en carbohidratos de bajo índice glucémico, podría ser útil en pacientes para detener la degeneración macular.

Estos resultados habrá que confirmarlos con estudios adicionales, aunque, es un interesante ejemplo del potencial saludable de la dieta.