Los pacientes con cualquier etapa
de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) llevan signos de la
enfermedad en su sangre que se puede encontrar a través de pruebas de
laboratorio especiales, según un nuevo estudio dirigido por investigadores
especialistas en esta patología con sede en 'Massachusetts Eye and Ear', en
Estados Unidos.
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El trabajo, publicado en la
edición digital de 'Ophtalmology', describe una nueva técnica conocida como
"metabolómica", que puede identificar los perfiles sanguíneos
asociados con la DMAE --la principal causa de ceguera en adultos en los países
desarrollados-- y su nivel de gravedad.
Estos potenciales biomarcadores
de lípidos en el plasma sanguíneo humano pueden llevar a un diagnóstico precoz,
una mejor información pronóstica y un tratamiento más preciso de los pacientes
con DMAE, así como nuevos objetivos potenciales para el tratamiento de la
enfermedad.
"Con la metabolómica,
podemos identificar los perfiles sanguíneos asociados con la DMAE y su gravedad
a través de pruebas de laboratorio", afirma Joan W. Miller, jefa de
Oftalmología en 'Mass. Eye and Ear' y el Hospital General de Massachusetts, en
Estados Unidos, y catedrática de Oftalmología y profesora de Oftalmología en la
Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, también en Estados Unidos.
"Debido a que los signos y
síntomas de la fase temprana de la DMAE son muy sutiles, con los síntomas visuales
sólo siendo evidentes en etapas más avanzadas de la enfermedad, la
identificación de biomarcadores en el plasma sanguíneo humano puede permitirnos
comprender mejor las etapas tempranas e intermedias de la DMAE, es posible
intervenir antes, y en última instancia, proporcionar una mejor atención",
añade.
La DMAE es la principal causa de
ceguera en personas mayores de 50 años en los países desarrollados y su
prevalencia se espera que aumente junto con el envejecimiento global de la
población. Aunque se han identificado factores de riesgo genéticos y de estilo
de vida, como la dieta y el hábito de fumar, el campo carece actualmente de
medidas fiables para identificar a los pacientes que pueden estar en riesgo de
desarrollar DMAE, incluyendo aquellos que pueden llegar a las formas avanzadas
y cegadoras de la enfermedad.
DISTINTOS PERFILES SANGUÍNEOS POR ETAPAS DE LA ENFERMEDAD
"El estudio utilizó una
técnica conocida como metabolómica, o el estudio de las partículas minúsculas
llamadas metabolitos, en nuestro cuerpo que reflejan nuestros genes y el medio
ambiente --explica el primer autor Inés Lains, investigadora de 'Mass. Eye and
Ear'--. Se cree que el metaboloma --el conjunto de metabolitos presentes en un
individuo-- representa estrechamente el verdadero estado funcional de
enfermedades complejas, por lo que se utilizó a la hora de analizar 90 muestras
de sangre obtenidas de participantes del estudio con todas las etapas de la
DMAE (30 con enfermedad en estadio temprano, 30 con estadio intermedio y 30 con
estadio tardío) y 30 muestras de pacientes sin DMAE".
El análisis de los datos de
metabolómica se realizó en colaboración con el doctor Lasky-Su y sus colegas en
la División de Channing de la Red de Medicina del Hospital Brigham y de la
Mujer, en Estados Unidos. Su enfoque reveló 87 metabolitos, o pequeñas
moléculas en la sangre, que fueron significativamente diferentes entre los
sujetos con DMAE y los que no.
Además, los investigadores
observaron diferentes características entre los perfiles sanguíneos de cada
etapa de la enfermedad. Esta información tiene el potencial de mejorar los
diagnósticos anteriores para los pacientes con DMAE y, en última instancia,
puede conducir a más opciones de tratamiento, así como un tratamiento
personalizado para las etapas más tempranas de la enfermedad.
De las 87 moléculas identificadas
a través de la metabolómica en el estudio que se asocian con DMAE, la mayoría
pertenecía a la vía lipídica. De hecho, seis de los siete metabolitos más
significativos identificados fueron lípidos. La investigación anterior ha
sugerido que los lípidos pueden estar implicados en el desarrollo de DMAE,
aunque el papel exacto de lípidos en el proceso de la enfermedad sigue siendo
confuso. Los resultados de este trabajo apoyan esta sugerencia, además de
indicar que los perfiles metabolómicos pueden proporcionar nuevos conocimientos
sobre la relación entre los lípidos y la DMAE.
"Creemos que este trabajo
ayudará a lanzar la era de la medicina personalizada en el tratamiento de la
DMAE", afirma la autora de esta investigación Deeba Husain, especialista
en retina en 'Mass. Eye and Ear' y profesora asociada de Oftalmología y
codirectora del Centro de Excelencia sobra DMAE en la Escuela de Medicina de
Harvard.
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